Gerentes de Felicidad: guardianes del bienestar del empleado
Sensación tan subjetiva como ansiada, la felicidad también puede sentirse dentro del ámbito laboral. Sabido es que cuánto más a gusto se está en algún lugar, más productivo se puede ser. Sin embargo, el concepto de “felicidad” como tal, se incorporó hace pocos años en el entorno empresarial como algo a perseguir y relacionado a un mayor rendimiento.
“La felicidad en el trabajo puede sonar como un sueño imposible, pero lograrlo es realmente posible. Primero, necesitamos entender lo que no es. No se trata de eliminar todas las cosas malas de nuestro ámbito laboral, se trata de ser feliz en el trabajo a pesar de que algunas de esas cosas malas están presentes”, dice el danés Alexander Kjerulf en su libro “La hora feliz de 9 a 5: cómo amar a tu trabajo”, editado en 2007.
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Consultor, orador y Director de Felicidad en Woohoo Inc, la empresa que fundó en Dinamarca, Kjerulf es uno de los principales expertos mundiales en felicidad en la empresa. Sus clientes incluyen compañías como Hilton, Microsoft, LEGO, IKEA, Shell, HP e IBM. “La investigación en 30 países muestra que la felicidad en el trabajo se basa en los resultados y las relaciones”, argumenta el autor, quien presenta y dirige talleres sobre el tema alrededor del mundo.
¿Sus claves? Enseñar a lidiar con todo: desde jefes insoportables hasta compañeros de oficina miserables, pasando por conflictos, maratones de trabajo y burocracia sofocadora.
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“Ante la pregunta sobre qué significa ser feliz, yo contesto que no hay una única concepción de la felicidad, es un término subjetivo”, le afirma a Clarín María Noel Lucano, licenciada en psicología. “La felicidad significa poder alcanzar lo que a cada uno le genera bienestar y placer, donde cada uno puede estar mental, física y emocionalmente sano, donde tenga cubiertas las necesidades básicas”, agrega. Para Lucano es relevante poder aceptar las cuestiones que no se pueden modificar y focalizar en las que sí se pueden cambiar para poder estar mejor. “Por eso hay una relación entre la felicidad y la ambición como sentimiento aspiracional, que nos impulsa a crecer, progresar y evolucionar”.
En nuestro país, aún no se ha desarrollado completamente. En Estados Unidos, es una práctica común de las grandes empresas.
Qué es un Gerente de Felicidad
"Se trata de un profesional dispuestos a lograr un buen clima laboral. Debería tener el profesionalismo académico y humano de escuchar y resolver las dudas y problemas de los colegas, fomentando siempre el buen trato y un relacionamiento óptimo entre compañeros”, explica la licenciada Alejandra Faienza, de DDH Wellness Consulting, y agrega que “es importante asegurar al talento en las organizaciones, con lo cual los líderes de estas actividades deberían ser coach tanto para los empleados como para los superiores y jefes. Los decisores en las empresas deberían llegar a comprender que las personas son su capital más importante, y que para cuidarlas necesitan ofrecer determinados beneficios. Hoy pensar en el bienestar es una oportunidad para hacer que el trabajador sea feliz en forma integral”.
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Para Daniel Colombo, Máster Coach y comunicador profesional, la figura de Gerente o Gestor de Felicidad apareció como respuesta a la inclusión de nuevas generaciones de empleados, en lo que fue una brecha generacional y hasta multicultural en el mercado laboral. “La cuestión de la felicidad es central actualmente, puesto que promueve en gran medida la permanencia de las personas en sus puestos, y la salud del clima interno”, dice. Según Colombo se creó entonces el concepto de GEFE (GErente/GEstor de FElicidad) en las empresas, persona que “se dedica específicamente a crear un entorno de mayor bienestar en los distintos aspectos del desarrollo del capital humano de una empresa”. Coincide Faienza, que afirma que “los GEFEs aparecieron con el objetivo de terminar con la fuga de talentos y convertir la empresa en un entorno más agradable para todos”.
Los Gerentes de Felicidad dependen del área de Recursos Humanos, tanto aquí como en las empresas del exterior. “Hoy las organizaciones de clase mundial entienden perfectamente la necesidad de implantar estrategias donde la felicidad de la gente se torne en una ventaja competitiva y el eje principal del crecimiento para lograr un clima organizacional óptimo”, agrega Faienza. “Y donde la misma empresa sea facilitadora de iniciativas para que cada persona se reconozca como plena, satisfecha, realizada. Es decir, feliz”, añade.
Los Gerentes de Felicidad tienen el objetivo de hacer que los empleados se sientan recompensados por sus tareas.
Según Colombo, en Argentina y América Latina, el GEFE aunque interactúa con todas las áreas de la empresa, no necesariamente reporta al sector de Recursos Humanos. “Se observa que tiene cierta independencia y línea directa con la alta conducción para generar espacios más participativos, distensión dentro de la jornada laboral, estimular la conexión entre distintas generaciones que hoy conviven en las empresas, desarrollar programas que apuntan al bienestar en general (no sólo en lo salarial) y ayuda a co-crear una realidad de mayor equilibrio entre la vida personal y profesional de los trabajadores”, afirma el coach.
Qué debe hacer un Gerente de Felicidad
“Se necesita tener un programa estratégico de felicidad en el trabajo”, dice Colombo. “Muchas empresas creen que esto se trata de hacer acciones sueltas (por ejemplo, poner cartelería optimista en el espacio de trabajo; poner sillones para descansar). Esto no es una gestión de felicidad en el trabajo. Se necesita constancia y permanencia para poder medir el resultado general”.
Dicho esto, la lista de tareas de un GEFE debería incluir lo siguiente:
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Fijar estrategias para acompañar procesos difíciles que suelen pasar las empresas (fusiones, adquisiciones, reducciones o ampliaciones de personal, mudanzas);Mantener vivo el espíritu de colaboración; contribuir a mejorar los espacios y optimizarlos;
Aportar visiones nuevas a partir del feedback que dan los colaboradores;
Crear puentes y canales de diálogo de otras formas a los tradicionales de las áreas de RR.HH.;
Sostener una estrategia de mayor bienestar compartido; articular programas internos y externos que ayuden a la captación y retención de talentos; generar prácticas saludables en distintos aspectos: mental, físico, cuidado de la salud, tiempo de reflexión, etc.;
Promover buenas prácticas corporativas del cuidado de los empleados, desde todas las perspectivas posibles: salarios justos, condiciones apropiadas, mejoras de procesos, ayuda a esclarecer conflictos, etc.;
Medir el nivel de felicidad dentro de la empresa mediante índices, informes, encuestas y otras metodologías que se pueden implementar.
Muy incipiente en Argentina
“En Argentina es muy incipiente; se ve fundamentalmente en empresas de gran porte como algunas multinacionales, y la base del trabajo del GEFE está muy marcada en start-up lideradas por millenials, donde, si bien no tienen institucionalizado este rol, generalmente hay una tendencia a esta práctica”, comenta Colombo.
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Estados Unidos, al tope de los países
“En Estados Unidos es una práctica muy extendida en la mayoría de las empresas grandes”, afirma el coach. Y agrega: “No solo desde el aspecto ‘recreativo’ o ‘saludable’ (metegoles, juegos, livings de descanso, comedor saludable), sino en toda la cadena de valor que genera la felicidad en el trabajo”.
En Estados Unidos es una práctica muy extendida en la mayoría de las empresas grandes
Según Colombo, en América Latina hay muy buenas experiencias en Colombia, México, Chile. “Actualmente las personas más felices del mundo según ‘The World Happiness Report’ se encuentran en Dinamarca, seguido de Suiza, Países Bajos y Suecia. Este informe mundial revela que el bienestar de las personas es un factor importante para medir el desarrollo social y económico del mundo”, completa Faienza.
RR