El maquillaje también es cosa de hombres

El maquillaje también es cosa de hombres

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Fue entre finales de los noventa y principios de los 2000, en plena explosión de la metrosexualidad, cuando se anticipó la moda de que los hombres usaran maquillaje. Los varones de todo el mundo vivían una fiebre por cuidarse y algunas firmas de cosméticos decidieron que era el momento de que el público masculino empezase a maquillarse. Al igual que las mechas y los cortes de pelo atrevidos, o la depilación corporal y de cejas sí arraigaron popularmente, el maquillaje no tuvo la misma aceptación entre los chicos. Hoy, gracias a los tabúes sobre la masculinidad que han derribado famosos e influencers,el maquillaje para hombres busca de nuevo abrirse camino y apunta a convertirse en tendencia de forma inminente.

Chanel ha dado el paso y acaba de anunciar que lanza su primera línea de maquillaje para hombre, llamada Boy de Chanel. Serán tres productos básicos que no incluyen pintura para los ojos. Antes de final de año estarán disponibles en todo el mundo. La emblemática firma francesa lo ha anunciado afirmando que "la belleza no es una cuestión de género, sino de estilo".

Si un referente indiscutible de la elegancia como Chanel proclama que un hombre que cubre sus imperfecciones con maquillaje es un hombre con estilo, cabe esperar que pocas voces contradigan a la maison y muchos sigan su ejemplo. Los esenciales de Boy de Chanel serán una base de maquillaje, un bálsamo para labios y un lápiz para cejas. Las fórmulas serán ligeras con un acabado muy natural que promete ser un éxito entre el público masculino. A falta de nuevos datos, un estudio de hace un año aseguró que el negocio de la cosmética masculina crece un 3,1% al año, y mueve alrededor de 42.000 millones de euros en todo el mundo en ese mismo periodo. Chanel se une a la otra firma global que tiene una línea completa de maquillaje para hombre, Jean Paul Gaultier, la única que sobrevive de principios de siglo. Su pionera monsieur incluye hasta rímel, pero lo cierto es que está destinada a los hombres más modernos y atrevidos, y en cambio la propuesta de Chanel va dirigida a un público masculino más amplio.

Se pueden establecer tres categorías entre los hombres que se maquillan, con sus respectivos productos, en función de su experiencia. Entre los principiantes triunfan los polvos de sol y sobre todo el corrector de ojeras, que usan millones de varones sin problema alguno en confesarlo. La cosa cambia al dar el paso al siguiente nivel, el de poner una base de maquillaje sobre el rostro. Comienzan los tabúes sociales que han ayudado a superar personajes como Emmanuel Macron. El presidente francés habría gastado 26.000 euros en maquillaje durante sus primeros tres meses de mandato, según se publicó el verano pasado. Más allá del debate sobre el despilfarro, lo cierto es que figuras de este nivel usan maquillaje constantemente, y el caso de Macron es la prueba de que un hombre puede usar estos productos simplemente para tener un buen aspecto sin parecer que va pintado, sin llamar la atención, sin que se note.

Pioneros

Los hombres expertos en maquillaje se atreven con los colores, y se pintan los ojos y los labios. Una barrera que se han propuesto derribar personalidades de las redes como el youtuber y bloguero Manny Gutiérrez, que fue imagen de Maybelline el año pasado, o el joven de 18 años James Charles, con tres millones de seguidores en Instagram. Los dos son abiertamente gais y su imagen es claramente femenina. Sus tutoriales de maquillaje tienen millones de visitas y muchos expertos aseguran que son mucho mejores que los de cualquier mujer. Por otro lado, iconos de la virilidad como Johnny Depp o Jared Leto aparecen continuamente con los ojos perfilados en negro e incluso maquillados a conciencia con sombra. En el mundo de la música, cogieron el testigo de David Bowie el cantante de The Cure Robert Smith, Michael Jackson o Marilyn Manson, y en España viene inmediatamente a la mente lo transgresor que fue Miguel Bosé en los años ochenta (aún se sigue pintando) o más recientemente Mario Vaquerizo. Aunque la tendencia actual es que el resultado sea natural, todas las opciones son válidas. El reto es que los hombres usen maquillaje de forma habitual y que sea algo normalizado. En una época como la actual, más fluida en cuestiones de género, el escenario es propicio para lograrlo.

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