Una buena noticia para el turismo de Praga
Cada hora se repite el ritual de esperar que se ponga en marcha el reloj (Czech Tourism).
30/09/2018 - 8:01
Clarin.comviajes
El famoso reloj astronómico de la Plaza Vieja de Praga volvió a sonar este viernes, tras una restauración que se prolongó por nueve meses con un costo de 380.000 euros.
En esta primera restauración integral desde la Segunda Guerra Mundial se le ha devuelto al reloj su carácter gótico original del siglo XV.
Puntualmente, a las 18 hora local, las autoridades de la capital de la República Checa vuelven a reactivar el reloj, una del atracciones turísticas más importantes de la ciudad.
Los turistas, que cada hora se congregan para ver desfilar a los apóstoles bajo los compases de campanadas accionadas por un esqueleto que representa a la Muerte, pueden apreciar ahora la nueva policromía de las estatuas, una vez que se abren unas vidrieras de cristal emplomado de tono azul y que son también fieles al original.
Así estaba el reloj astronómico antes de la restauración (Czech Tourism).
Antes, en vez de vidrieras, el "Orloj", como se conoce el reloj en checo, tenía una placa de hojalata instalada en la década de 1970.
Cómo luce ahora
En el astrolabio, instrumento astronómico que permitía determinar la posición y altura de las estrellas sobre el cielo y que forma una de las dos circunferencias de este reloj, se ha vuelto a representar la noche, tal como indican los documentos históricos de este artilugio de la época medieval.
También se restauró la circunferencia del calendario, con los signos del Zodiaco y los doce meses de año, cuya placa original se conserva en el Museo Municipal de Praga.
La maquinaria del reloj volvió a ser como la de la década de 1960, que aún conservaba el sistema de tracción gótico, con tambores de madera movidos por un sistema de poleas con contrapeso de piedra, en vez de las ruedas dentadas de metal accionadas por un motor eléctrico instaladas después de la guerra.
La restauración de la maquinaria del reloj y los apóstoles, incluidas las estatuas de madera a ambos lados, costó 300.000 euros, mientras que otros 80.000 euros se destinaron al nuevo calendario, la pintura del astrolabio y la vidriera de los apóstoles.
Durante la restauración del reloj, la Municipalidad de Praga instaló una réplica virtual en una pantalla gigante, que imitaba los movimientos del célebre artefacto, incluido el tañido de las campanas y el cacareo del gallo que pone fin al espectáculo.
EFE