ShowMatch 2019: un camino posible para el humor y la emoción
En el espectáculo, la noticia de la semana fue el regreso de Marcelo Tinelli con ShowMatch (el lunes 29 de abril, por El Trece), festejando sus treinta temporadas. El programa del lunes no sólo fue lo más visto en el año (20,6 puntos de rating), sino que dejó muchísima tela para cortar.
El recorte que elegí en este caso fue el del humor y la emoción, ya que la labor de algunos de sus ex integrantes (y alguno de los actuales aunque con un personaje de las viejas épocas, como Freddy Villarreal) fueron decisivos para realzar la calidad de un reencuentro histórico. Aclaro, por si alguno no se enteró, que para la ocasión se juntaron en el estudio muchísimas de las figuras que estuvieron en los comienzos del ciclo, allá a principios de los ’90, por Telefe.
Por ejemplo, Pablo Granados y Pachu Peña retomaron su clásico sketch de Deportes en el recuerdo, como los “conductores rosarinos Molfino y Vidaña”. Fueron poco más de diez minutos de la mejor televisión: ironías al por mayor (por ejemplo, a Marcelo Tinelli lo incluyeron en dos “formaciones históricas”: la del Club Atlético Renovadores de Esposas y la del Defensores del Bótox, y se congratularon por “trabajar una vez cada diez años”, ya que también habían estado en el festejo de las 20 temporadas del programa); una producción enorme que incluyó decenas de extras, Tinelli incluido; una edición vertiginosa y un libreto desopilante, que contaba la historia de Mauricio y Cristino Democrati, los hermanos fundadores de la “grieta argentina” que se peleaban todo el tiempo ya desde niños, pero que finalmente unidos le ganaban un partido de fútbol heroico al FMI. En el medio, pasaron la separación de los hermanos (uno al sur, otro a Barrio Parque), Guillermo Coppola y su jarrón, Lilita Carrió, Maradona y sus numerosos hijos festejando los goles del 10, Donald Trump y Christine Lagarde. Ficción pura, y con chistes y gags visuales a toda velocidad.
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Gran parte de la emoción estuvo a cargo de Diego Korol, que al igual que en sus viejos tiempos, viajó para hacer la cobertura de un partido importante del fútbol internacional. A él, que muchas veces le tocó estar en los mundiales, esta vez le llegó el turno de cubrir el encuentro en el que el Barcelona se coronó campeón de la Liga española, con Messi como gran figura (en lo que parecía el desarrollo de un cuento, el 10 estaba en el banco, entró e hizo el gol de la victoria). Puntos a destacar: el partido fue el sábado en España y el lunes estaba la nota lista para emitirse, y también la empatía de Korol con sus compañeros de tribuna. Ya no se reía de ellos, como alguna vez sucedió, sino que ahora se reía con ellos. Y claro, finalmente la entrevista con Lionel, que habló largo y tendido, mostró a su familia y se emocionó tanto con el regalo de la camiseta argentina firmada por gente que lo admira como con el video que habían preparado para que vean sus hijos: chicos de todo el país contando todo lo que querían al capitán de la Selección Argentina.
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Otra muy buena nota fue la del personaje de Figuretti -encarnado por Villarreal- en el Día del Rey, en Holanda (sí, también el sábado y en Europa). Allí aprovechó la colorida celebración para mezclarse con los ciudadanos holandeses y evitó los chistes viejos relacionados con el desconocimiento del idioma. Más bien, optó por plegarse a los festejos, mostrar la ciudad y el castillo en el que vive la princesa Máxima, consiguió que algunos posaran con una careta con la cara de su personaje y hasta tiró un chiste de perdedor: “Estoy parando en el garaje de Tagliafico”, por el defensor argentino del Ajax.
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Las tres notas o sketches demostraron que estos humoristas de ShowMatch supieron cómo adaptarse a estos tiempos: no necesitaron burlarse de nadie más allá de ellos mismos y su entorno, ni hacer chistes homofóbicos o machistas para resultar graciosos. Es un camino posible en una televisión a la que el humor y la emoción no suelen resultarles fáciles.
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