Qué es la artrosis, la enfermedad que afecta las rodillas de Maradona
Maradona tiene una artrosis severa en sus rodillas que le provoca dificultades para caminar. (Foto/Eduardo Jaramillo/NOTIMEX/dpa)
19/10/2018 - 12:50
Clarin.comBuena Vida
Diego Maradona da nueve pasos. Se apoya con algo más de firmeza sobre su pierna derecha semiflexionada y casi que arrastra la izquierda. Avanza lento sobre el campo de juego, seguido de cerca por Luis Islas, su asistente en la dirección técnica del Dorados de Sinaola, el equipo de fútbol mexicano que dirige.
Eso muestra el video de ocho segundos que se repite en medios digitales de todo el mundo y que vuelve a encender la preocupación por la salud del ídolo.
¿El diagnóstico? Artrosis severa, según confirmó al sitio Todo Pasión el médico colombiano Germán Ochoa, quien lo operó en 2004 y lo atendió nuevamente en junio de este año en Cali, antes del Mundial de Rusia.
“Tiene una severa artrosis en sus dos rodillas y ya no tiene cartílagos. Los huesos tocan entre sí, el fémur con la tibia y el peroné. Es un problema grave porque le provoca mucho dolor, inflamación y dificultad para desplazarse", afirmó el traumatólogo ortopedista y cirujano de rodilla. Y añadió: “Maradona sabe que la solución es operarlo y ponerle prótesis en las dos rodillas. A corto o mediano plazo hay que tomar la decisión del reemplazo articular. El problema es que Diego es un paciente joven, pero sus rodillas no tienen otra solución".
Por qué se origina
Los huesos de Maradona “se tocan entre sí”, como explica su médico, por el desgaste del cartílago que los recubre. Ese tejido cartilaginoso, firme y elástico, y el líquido sinovial permiten “almohadillar y lubricar” las articulaciones, lo que facilita su desplazamiento normal.
En la artrosis, el cartílago se degenera en forma lenta y progresiva, y el tejido óseo que está debajo sufre y reacciona formando más hueso (lo que vulgarmente se conoce como “picos de loro”) o quistes, que pueden observarse en las radiografías, explica Reuma Quién Sos?, el sitio de información para pacientes de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR). En la zona se genera además más líquido por el engrosamiento de la sinovial, lo que genera inflamación y dolor.
A quiénes afecta
Es la enfermedad articular más frecuente. Y uno de los principales factores que pueden favorecer su aparición es el envejecimiento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta casi al 10% de los hombres y al 18% de las mujeres mayores de 60 años. Casi todas las personas mayores de 70 presentan algún grado de artrosis (principalmente las mujeres), pero no todas manifiestan síntomas, entre los que se incluyen dolor, rigidez o entumecimiento, o pérdida de la función articular. Los malestares suelen acentuarse sobre el final del día, tras el uso y la sobrecarga.
Qué duele y por qué
Puede afectar una o varias articulaciones: dedos de las manos, el dedo gordo del pie (el famoso juanete), las rodillas, las caderas y la columna vertebral. Dependiendo de zona comprometida pueden aparecer crujidos e inflamación.
No es, no obstante, una afección exclusiva del paso del tiempo. Además del envejecimiento, otras causas de la enfermedad son la herencia o la predisposición genética; el sobrepeso u obesidad; el sexo (las mujeres suelen presentar más artrosis en manos y rodillas, y los hombres en las caderas); y la sobrecarga, es decir, el uso repetitivo o traumatismos (ocupacionales o deportivos), fracturas o cirugías previas en la articulación.
Maradona está a días de cumplir 58 años. Durante su etapa de futbolista sufrió infiltraciones de manera regular y hace más de 20 años fue tratado con cortisona para aliviar dolores, lo cual suele dejar secuelas, según los médicos. Para tratar sus problemas de obesidad, en 2005 se sometió a una operación de bypass gástrico, luego aumentó de peso y volvió a someterse a una operación.
Diagnóstico y tratamiento
“Hace aproximadamente 20 años veíamos diez sillas de ruedas en la sala de espera. Hoy, gracias a la difusión de información, los pacientes entienden la importancia de consultar ante los primeros síntomas para recibir un diagnóstico temprano y así, un tratamiento adecuado”, comenta Alejandra Babini, jefa de Reumatología del Hospital Italiano de Córdoba y ex Presidenta e integrante de la SAR.
A diferencia de otras enfermedades reumáticas (como la artritis reumatoidea o el lupus), la artrosis no es una enfermedad autoinume. El diagnóstico lo hace el médico tras la evaluación clínica de los síntomas y del examen físico. Las radiografías informan sobre la intensidad del daño y ayudan a descartar otras enfermedades, lo que favorece el inicio del tratamiento.
Se trata de un trastorno crónico, porque lo que no tiene cura, pero sí tratamiento, que ayuda a reducir el dolor, mantener la mejor capacidad posible para realizar movimientos, retardar la evolución de la enfermedad, evitar la aparición de deformidades y de discapacidad y a mejorar la calidad de vida de las personas que conviven con ella.
“Para controlar el dolor de laartrosisutilizamos analgésicos y antiinflamatorios. Podemos trabajar en la corrección de la postura, indicar rehabilitación y aumentar la tonicidad muscular para mejorar el movimiento de la articulación”, precisa Babini.
El tratamiento correcto dependerá de la articulación afectada, la severidad de la artrosis, el grado de dolor, las actividades diarias del paciente y la edad.
Desde la SAR, explican cuáles son las diferentes opciones disponibles en la actualidad y sostienen que “una o todas ellas pueden ser necesarias”:
✔️Control del peso corporal: dieta balanceada, con cantidad de calorías según el caso Protección de las articulaciones: equilibrando el reposo y la actividad física.
✔️Mejoras en las posturas en el trabajo y durante el reposo.
✔️Implementar diversas modalidades de tratamientos con calor o frío y plan de ejercicios terapéuticos para mantener el movimiento articular y fortalecer grupos musculares, siempre supervisados por kinesiólogo o terapista ocupacional.
✔️Actividades recreativas o deportivas adecuadas y controladas: caminatas, bicicleta, natación, gimnasia en el agua.
✔️Tratamiento farmacológico local, general o intraarticular con analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares o bien otro tipo de medicamentos, que deberá ser indicado y guiado por el reumatólogo para evitar efectos adversos.
✔️Cirugía. Cuando se ha sobrepasado la posibilidad de mejorar con las medidas implementadas y para casos muy seleccionados, el recurso quirúrgico es una opción.