Muere Tomasz Stańko, figura fundamental del jazz europeo
El trompetista, compositor y arreglista Tomasz Stańko, uno de los más emblemáticos músicos de la historia del jazz europeo, y sin duda el más importante de su país, falleció la mañana del 29 de julio a los 76 años en el área de oncología del hospital del distrito de Ursynów en Varsovia. A principios de este mismo año le habían diagnosticado un cáncer de pulmón.
A lo largo de su dilatada carrera, Stańko trabajó con estéticas muy diferentes, aunque siempre fiel a su personal estilo con el instrumento, tan lírico y profundo como rasposo y afilado. Desde el jazz de vanguardia en sus primeros años al desarrollo de su Freelectronic —una mezcla de géneros como jazz, rock y reggae, inspirada en el Miles Davis eléctrico y en los Prime Time de Ornette Coleman, aunque de forma más amable y asequible que estos— en los años 80, el trompetista pasó por diferentes etapas en las que sus composiciones y su instrumento estuvieron siempre en la élite del jazz europeo. Durante todos estos años, sus colaboraciones con importantes formaciones europeas no cesaron, participando en giras con la Globe Unity Orchestra de Alexander Von Schlippenbach, la orquesta de Graham Collier o la Orchestra Of Two Continents de Cecil Taylor.
A partir de los años 90 retomó su relación discográfica con el sello ECM —en el que ya había publicado el excelente Balladyna en 1976—, grabando joyas como Leosia o Litania junto al pianista sueco Bobo Stenson, e inaugurando una etapa de madurez marcada por la búsqueda de la excelencia en el sonido, la deconstrucción impresionista, un estilo personal, ajeno a cualquier tendencia que no fuese su propia música, y el apadrinamiento de jóvenes talentos en sus grupos regulares. Tras una década junto al trío de su compatriota Marcin Wasilewski, Stańko formó un nuevo grupo junto a los daneses Jakob Bro y Anders Christensen y el finlandés Alexi Tuomarila y, a principios de la presente década, formó un “cuarteto americano” junto a David Virelles, Thomas Morgan y Gerald Cleaver, despachando más de media docena de álbumes estupendos con todas estas formaciones.
Stańko dio muestras de su enorme talento desde el principio de su carrera, destacando en la escena de su país de forma meteórica. A principios de los 60 formó el grupo Jazz Darings junto a Adam Makowicz, con el que actuaron asiduamente y ganaron un concurso local de grupos aficionados en 1962, impactando al legendario crítico y productor Joachim E. Berendt, que dijo de ellos que eran “el primer grupo europeo en tocar free-jazz”. Pocos meses después, el trompetista conoció en el club Helion de Cracovia a Krzysztof Komeda, patriarca del jazz polaco y uno de los más importantes compositores del siglo XX, que le invitó a tocar con él en 1963, convirtiéndose desde entonces en el mentor del joven Stańko. En 1965 grabaron el álbum más importante de la historia del jazz polaco, Astigmatic, y poco después de la prematura muerte de Komeda el trompetista publicó su primer disco como líder, Music for K, en recuerdo de su maestro.
Stańko estuvo en activo ininterrumpidamente desde primeros de los 60 hasta febrero de este año; tenía una gira europea programada en abril pero tuvo que cancelarla por sus problemas de salud. Entre sus últimos conciertos, destaca su actuación en el NFM de Wrocław acompañado por el extraordinario pianista Dominik Wania, la sección rítmica del trío de Marcin Wasilewski, que tantos años acompañó al trompetista, y la orquesta filarmónica de NFM. El último disco de estudio que grabó, December Avenue, se había publicado en marzo de 2017. Su muerte deja huérfano tanto al jazz polaco, que pierde a su figura más prominente e influyente, como a la música improvisada en Europa.