Miguel Herrán: la historia de "Río", de "La casa de papel" a "Élite"

Miguel Herrán nació en Málaga el 25 de abril del 96, creció en Madrid y ahora, cuando el trabajo se lo permite, viaja a bordo de su furgón.

22/10/2018 - 17:45

Él podría ir por los programas, tranquilamente, diciendo que lo suyo es producto de la vocación, de los sueños, del esfuerzo. Pero no. Miguel Herrán tiene mucho de sus personajes: es muy de decir lo que piensa, y es muy de pensar lo que siente. "(Mi madre) es un claro ejemplo de lo que puedes conseguir cuando no tiras la toalla con un hijo problemático. Yo he sido muy cabrón, he sido un hijo de mierda (...) Pero ella siempre ha confiado en que había algo bueno dentro de mí", le confió el actor español a la revista Esquire.

El día que subió a su cuenta de Instagram su foto con el torso decubierto subió su caudal de seguidores.

Con 22 años, suele aprovechar las notas para hablar de su pasado "no muy feliz". Nacido en Málaga en el '96, fue criado por su mamá, rodeado por algunas carencias que ella supo disimular. Y dice que "de niño y de más grande también me ha gustado mucho andar por calle, andar por ahí".

En eso estaba una madrugada madrileña del 2015 -creció en la capital española-, cuando él y su grupo de amigos se cruzaron con el actor Daniel Guzmán. Le pidieron permiso para sacarse una foto y, luego de un diálogo -que empezó casual y terminó causal-, Guzmán le preguntó a Herrán si no se atrevía a presentarse a un casting, ya que estaba buscando a jóvenes desconocidos por el público para su primer largometraje.

En "La casa de papel", Miguel era "Río", el más joven de la banda de delincuentes.

Cuenta el anecdotario que Herrán primero sonrió por la "humorada", luego lo convocaron, se presentó, lo eligieron, fue el protagonista de la película A cambio de nada y en 2016 ganó el premio Goya a la revelación por su gran trabajo de Darío, un chico de 16 años que huye del infierno de su casa y se reinventa como puede.

En "Élite", Herrán compone a Christian, uno de los nuevos del colegio Las Encinas. Un rebelde carismático (el parado del fondo).

A partir de ahí, la vida de Herrán cambió. Pasó a ser "el chico de la peli". Pareciera que los apodos que le regaló su nuevo oficio le sientan bien. Al año siguiente de ese salto a la fama se convirtió en "Río" para todo el mundo: el público y los medios lo empezaron a llamar por el nombre que eligió su propio personaje de La casa de papel para escudarse como atracador. "Río" es unos de los miembros de la banda -con nombres de ciudades- que tomó por asalto la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Es el más chico de los delincuentes de la serie que estrenó Antena 3 y que ahora está disponible en Netflix, rumbo a la segunda temporada.

Conocedor del fanatismo que despertó su romande ficción con Úrsula Corberó (en "La casa de papel") subió esta foto a las redes.

Su romance de ficción con Úrsula Corberó -la novia del Chino Darín, que en la ficción hace de Tokio- lo convirtió en una suerte de galancito codiciado para las producciones españolas.

Como si su camino artístico se tratara de un hilván de grandes momentos, después del furor generado por La casa de papel Netflix lo eligió para protagonizar Élite, la segunda ficción española que realiza la plataforma de streaming, después de Las chicas del cable.

Miguel Herrán y su perro, un clásico de sus historias de Instagram.

Estrenada este mes (el 5 de octubre), Élite cuenta cómo es la inserción de tres chicos de familias humildes en un colegio para alumnos de clase alta. A él le tocó hacer de Christian, un muchacho tan pobre como carismático, que se atreve a todo, aún lo poco recomendable: "No creo que mi personaje sea un ejemplo a seguir".

Mientras se acomoda al confort de su nueva vida -condimentada por su formación como actor en el Laboratorio William Layton y en la Central de Cine de Madrid-, no se olvida del que fue ni de quiénes lo ayudaron: "A Guzmán le voy a estar siempre agradecido. Y a mi madre le debo todo".

Herrán y su furgón, con el que recorre España (Instagram).

Fanático de las motos y de los perros, las redes sociales dan cuenta de eso. Y también de su pasión por recorrer España a bordo de "mi furgón", pieza clave de muchas de sus historias. Si uno quiere saber más de él, con relatos en primera persona, alcanza con echar un vistazo a su cuenta (miguel.g.herran) y, de paso, aumentarle la cifra de seguidores, que, tanto como su vida, cambió de un día para el otro: ya tiene más de 3.500.000.

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