"Élite": es más que una convencional serie juvenil
En "Élite", María Pedraza compone a una de las alumnas que vienen de familia rica. Su personaje, Marina, es clave en la trama. En "La casa de papel" interpretaba a Alison Parker, también alumna, pero rehén de los atracadores.
08/10/2018 - 18:04
Clarin.comEspectáculosTV
Si el fan de La casa de papel busca en Élite una suerte de continuidad o una adrenalina similar a la que generaba -genera, porque sigue on line- la banda de atracadores a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre no la va a encontrar. Sí podrá reconocer algunas caras, pero por más que el mazo tengas varias cartas marcadas no se trata, bajo ningún concepto, del mismo juego.
Pero si la intención es entretenerse un rato con una buena serie española, Élite garantiza una historia interesante, un atrapante modo de contarla y una vuelta de tuerca al planteo clásico de la lupa puesta en un colegio. Por más actores jóvenes que haya y por más uniforme estudiantil que se imponga en casi todas las escenas, Élite no es una serie juvenil. Es una serie con adolescentes, que no es lo mismo.
Muy lejos de los moldes de Cris Morena -no porque sean mejores o peores, sólo distintos-, la segunda producción española de Netflix tiene como escenario principal narrativo la escuela Las Encinas, un prestigioso centro de estudios al que acuden chicos de familias adineradas. Y al que de pronto, luego del derrumbe de un colegio popular, llegan tres chicos en situación de beca, que claramente quedan de entrada en la mira del bullying.
"Élite" es la nueva serie original española de Netflix, con actores de "La casa de papel". serie elite series de television
Pero Samuel (Itzan Escamilla), Nadia (Mina El Hammani) y Cristian (Miguel Herrán) despliegan distintas armas para sobrevivir como “los nuevos” que no son bien recibidos. De los tres, el más carismático es Cristian, que usa su don como estrategia de seducción y manda un guiño para los seguidores de La casa de papel, serie en la que interpreta a Río, uno de los delincuentes.
Miguel Herrán compuso a Río en "La casa de papel". Ahora es Cristian.
Jaime Lorente interpretó a Denver en la banda de asaltantes. Ahora es Nano, ex presidiario.
Los otros dos importados de esa ficción son Jaime Lorente (era Denver, otro que se escondía tras la máscara de Dalí), que compone al hermano de Samuel que acaba de salir de la cárcel, y María Pedraza, una de las rehenes de los atracadores. Acá, bien pelirroja, le da vida a Marina Nunier Osuna, alumna de Las Encinas, más rebelde que “chica rica”, que tiene un lugar clave en la trama.
En un esquema de doble línea de tiempo, desde el primero de los ocho capítulos se cuenta la llegada de los tres alumnos becados y el posterior -vaya uno a saber cuánto tiempo después- careo con la Policía para saber quién es el autor del crimen: una alumna ha muerto. Y, en saltos nada antojadizos de escena, se la ve muerta y se la ve viva, en situaciones que van desgranándole información al espectador.
Así como los tres nuevos tienen problemas económicos y cada uno va soltando datos de sus carencias, los otros también tiene su artillería de conflictos, que van más allá de las anécdotas generacionales. La serie agita un cóctel temático que incluye discriminación, soberbia, corrupción, drogas, infidelidades, lucha de clases, delincuencia... Sobran los sustantivos para enumerar los tópicos de esta ficción que podría crecer si le soltara un poco la mano a ciertos lugares comunes, como el cliché de ricos versus pobres o la insistencia de la homosexualidad vivida con culpa. Pero en su segundo intento por producir en España -el debut fue con Las chicas del cable-, Netflix le ha sacado más punta al lápiz.
Crítica
Calificación: Buena
Drama Protagonistas: Miguel Herrán, Jaime Lorente, Mina El Hammani y Danna Paola Directores: Ramón Salazar y Dani de la Orden Guionistas: Darío Madrona y Carlos Montero Emisión: 8 capítulos disponibles en Netflix.