Laugavegurinn, uno de los trekkings más espectaculares del mundo
Landmannalaugar es uno de los destinos estrella de Islandia, y es el punto de partida de unos de los trekkings más bonitos del mundo. Entre esta localidad y Pósmörk se encuentra la famosa ruta de Laugavegurinn, que enlaza ambas poblaciones a lo largo de cuatro días de naturaleza en estado puro. Normalmente se realiza el recorrido, de 55 kilómetros, de norte a sur, para aprovechar las pendientes descendentes, y al llegar a Pósmörk, la ruta puede alargarse uno o dos días más si se quiere llegar hasta la preciosa cascada de Skogafoss.
Los cuatro días del trayecto parecen diseñados a propósito, como los actos de una obra teatral: el paisaje y el entorno van cambiando, y mientras el viajero camina, va cruzando sucesivamente glaciares, campos de lava, zonas termales, valles verdes, campos de hielo y piedra…
Uno de las montañas rojizas de Landmannalaugar (PytyCzech / Getty Images/iStockphoto)
Montañas de color carameloLandmannalaugar ofrece a la vista unos espectaculares picos de color caramelo repletos de lagunas burbujeantes con aguas termales relajantes. Es el mayor campo geotermal de Islandia, después de la caldera de Grímsvön, y está situado a 600 metros sobre el nivel del mar. El color de los picos, tonos multicolores que parecen pintados con pincel, se debe a la presencia de riolita, lava rica en minerales enfriada muy lentamente.
Antes de empezar a caminar, el excursionista se puede dar un capricho y zambullirse en los manantiales termales naturales, donde llegan corrientes de agua caliente y fría. No hay instalaciones, así que los bañistas se cambian en el refugio o sencillamente en la orilla del río.
Landmannalaugar al amanecer (kavram / Getty Images/iStockphoto)
Transitable pero con precauciónEntre julio y mediados de septiembre la ruta de Laugavegurinn es transitable a pie, aunque se pueden encontrar zonas heladas. Como siempre en Islandia, la vía está perfectamente señalizada, aunque la inestabilidad del clima recomienda llevar también mapa y GPS. Los refugios están estratégicamente situados, pero en temporada alta es recomendable reservar. La acampada libre está prohibida, al ser una zona protegida. Eso sí: hay que llevar ropa de abrigo, ya que el tiempo puede cambiar de improviso, y comida y agua suficiente.
Cuatro etapasLa primera etapa de la ruta, hasta el primer refugio, es de 12 km relativamente fáciles. Lagunas burbujeantes, vapores volcánicos y laderas relucientes y de colores cambiantes acompañan al caminante. La segunda etapa, también de 12 km, ofrece buenas vistas y campos de hielo y un precioso lago.
Uno de los senderos de la ruta Laugavegurinn (LICreate / Getty Images/iStockphoto)
En el tercer día, con una etapa de 16 km, es necesario vadear al menos un gran río. Hay también un desvío de dos horas (una de ida y una de vuelta) para ver un enorme cañón. En la cuarta etapa, de 15 km, el paisaje árido de hielo y piedra se transforma en un lienzo verde repleto de flores árticas.
Las etapas están pensadas para caminantes estándar. Evidentemente, los senderistas con experiencia pueden hacer la ruta en menos tiempo, pero en Islandia es muy importante no infravalorar el factor climático, que puede hacer muy dura la ruta más fácil. En el fragmento de la primera etapa hay una placa en memoria de un excursionista israelita que murió en el camino en el 2005, tras ignorar la advertencia de un vigilante del parque.
Los impresionantes paisajes de la ruta de Laugavegurinn
La ruta a la cascada de Skogafoss Pósmörk, el destino oficial de la ruta, es un destino muy popular en verano, en un profundo valle lleno de desfiladeros, prados cubiertos de flores y vistas de tres imponentes glaciares. Desde allí, se puede continuar la ruta descendente hasta el pueblo de Skógar y la impresionante cascada de Skogafoss.
Este es un trayecto de 24 km que empieza con los valles verdes de Pösmök para continuar por una zona de suelos humeantes. Aquí es donde se inició la famosa erupción del volcán Eyjafjallajökul y se pueden admirar las montañas más jóvenes del mundo, el Magni y el Módi, surgidas de esa erupción. Más tarde se llega, a través de dos glaciares, al camino de la catarata, donde un total de 22 cascadas, a cuál más espectacular, guían al caminante hasta el final de la aventura, en Skogafoss.
La cascada de Skogafoss, en Skógar (www.dronestagr.am)
Carmen Giró / La Vanguardia