Cómo fue el debut de Sofía Morandi y Julián Serrano en TV, producidos por Marcelo Tinelli
De influencers a conductores de televisión.
Sofía Morandi y Julián Serrano, que el año pasado ganaron el Bailando 2018 (por El Trece) suman, entre ambos, cinco millones de seguidores en Instagram y casi tres millones en YouTube.
Y este domingo 31, con la idea de que ese container de admiradores se transforme en un rating caudaloso, debutaron al frente de S.T.O (América, los domingos de 13.30 a 16), un ciclo en vivo que incluye “de todo un poco al estilo magazine”, con notas, entrevistas, juegos y tutoriales, entre otras cuestiones, y es producido por LaFlia, la empresa que dirige Marcelo Tinelli.
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De lunes a viernes por la tarde.
Más allá de que se trataba del primer programa y de que todavía deben ajustar algunos detalles (de a ratos no saben a qué cámara se dirigen o se traban con algunas palabras), Morandi y Serrano salieron bien parados: mostraron la misma química que los coronó en la pista de dancing.
A Morandi y Serrano, que no están de novios (a pesar de los rumores), los acompañan otros cuatro jóvenes cancheros, rápidos para la respuesta ingeniosa y la selfie con palito o sin él: Juancito Otero (hijo menor de Florencia Peña), Julieta Castro, Lucas Spadafora y Fermín Bo.
“Nuestro gran desafío es hacer volver a la tele en vivo a una generación que no consume programas de televisión”, planteó la dupla de conductores en la previa, en referencia a sus seguidores, que tienen de 10 a 18 años, aproximadamente.
“Pero la idea es que, sobre todo por el día y horario, se sume público de otras edades y se transforme en un family show”, dijeron.
La dupla, en ShowMatch.
La primera planilla de rating dice que alcanzaron un pico de 1,5.Con estética de Instagram (imágenes intervenidas, emoticones, gifs) y vértigo de videoclip, el primer “desafío” de S.T.O lo llevó a cabo Spadafora y se tituló así: “Un millennial suelto en la naturaleza”.
La idea era que Lucas contara cómo había sido su experiencia en la Reserva Ecológica, en Costanera. Y el resultado fue contundente: la pasó pésimo, lo mordieron las hormigas, lo picaron los mosquitos... En fin. ¿Quién lo mandó a dejar de lado las pantallas y conectarse con la vida real?
Después llegó el turno de “la primera entrevista de S.T.O”, con un invitado tan millennial como los conductores, Franco Masini: “actor, músico, fachero...”.
Franco tenía los jeans rotos, como si antes de entrar al canal se hubiera enfrentado con un rottweiler rabioso. “¡Qué canchero estás!”, lo elogió Serrano. Y Masini sonrió.
Enseguida, Morandi le preguntó al actor que por estos días protagoniza en teatro La Naranja mecánica cuál es su vínculo con las redes sociales. “No soy tan crack como ustedes, pero me las rebusco”, respondió Masini.
Y entró en escena Juancito Otero, en este caso, para mostrar la nota que había hecho en el Ecoparque. Su propósito fue “aprender a cuidar animales”.
Muy simpático (queda claro que ha heredado el histrionismo de su madre), Juancito recorrió el sector donde habitan lobos marinos, elefantes y jirafas, entre otras especies.
“A diferencia de los zoológicos, acá se apunta a la conservación de los animales”, le explicó uno de los cuidadores, didáctico.
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Pero el que debió superar la prueba más exigente, sin dudas, fue Fermín Bo: tuvo que estar "una semana sin acceso a elementos tecnológicos”.
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La abstinencia resultó demoledora. Sin poder usar su teléfono celular, no hubo nada que lo consolara: ni leer un libro, ni tomar mate en familia, ni salir a jugar al fútbol con sus amigos. “¡Me aburro, me aburro, me aburro!”, repitió Fermín varias veces, al borde de una crisis nerviosa.