Casas de té en el bosque de Villa Gesell

Casas de té en el bosque de Villa Gesell

La marcha de los vecinos y los turistas que recorren la extensa franja comercial de la avenida 3 o acaban de completar una larga jornada de playa se aquieta decididamente cuando sus pasos se topan con los mojones del Circuito de casas de té de Villa Gesell. O, en todo caso, otro recorrido toma la posta para marcar un notorio contraste con ese trayecto previo que atraviesa una atmósfera de bullicio y multitudes: un viaje bastante más relajado por la repostería artesanal, infusiones, tablas de fiambres y platos típicos centroeuropeos, las piezas esenciales de un universo de aromas y sabores resguardado por el bosque.

Mirá también 1Yt7qv__R_290x290__1.jpg

La impronta alemana de la familia de Carlos Gesell subyace en los salones y jardines de estos siete emprendimientos familiares, aunque el amplio repertorio de sabores locales también se enriqueció con el aporte de los inmigrantes españoles, italianos, austríacos, lituanos, libaneses, judíos y paraguayos -entre otras colectividades-, desembarcados después de que el pionero transformó el desierto de dunas en un promisorio balneario en los años 30.

Mirá también OAMrsSI7r_290x290__1.jpg

4ca_J8h33_1200x0__1.jpg

Casa de té La Holandesa, en Villa Gesell.

La Holandesa. Herencia de la legendaria Pastelería Holandesa -una casa de té, tortas y dulces que funcionaba desde 1956 en la esquina de 6 y Paseo 111-, La Holandesa -en 1 y 116- añadió a la carta una amplia variedad de cervezas artesanales de Mar del Plata y platos muy elaborados. En los salones y el deck exterior se pueden degustar, por ejemplo, los cookies crocantes con caramelo y manteca que ponderó el embajador de Holanda durante su visita a la zona, o probar algún té en hebras importado de Inglaterra o Sri Lanka y la torta Alejandra, creada por la dueña de casa en honor a su hija. “Lleva canela, clavo, azúcar negra, crema y otros secretos que no pienso revelar”, concede a medias Inés Estévez. Quizás haya recurrido a las recetas magistrales que le reveló Hella, la histórica mentora de Pastelería Holandesa.

Mirá también G00vajmCU_290x290__1.jpg

Orgullosamente geselina, Estévez recuerda con nitidez la imagen de Carlos Gesell asistiendo a los actos escolares con su jeep descapotado en los años 60. Además de la propietaria, suelen recibir a los clientes su esposo Roberto Veitch y su hija Alejandra, la inspiradora de la torta más renombrada. En verano, el local se puede visitar todos los días de 12.30 a 2 de la madrugada. Después abrirá de jueves a domingos a partir de las 19. En Mar Azul -a 8 km de Villa Gesell- hay una sucursal de La Holandesa a cargo de Pablo, hijo de Inés y Roberto.

-SrFRtiQp_1200x0__1.jpg

Casa de té La Holandesa, en Villa Gesell.

Mirá también KtlfBHmX0_290x290__1.jpg

Pinta de cerveza, $ 100; chopp, $ 90; degustación de 5 estilos de cerveza, $ 120; goulasch con spätzle, $ 120; tabla de fiambres alemanes, $ 630; de ahumados, $ 650; de frutos de mar, $ 860; costillitas kassler con salchicha ahumada, chucrut y papas, $ 320; porción de torta, $ 120; budín de limón o de banana con nuez, $ 120.

Reservas. (02255) 47-2722.

Mirá también z-cRivAXw_290x290__1.jpg

Imt6dzenB_1200x0__1.jpg

Casa de té La Austríaca, en Villa Gsell.

La Austríaca. La fachada del chalé -en 4 y Paseo 129- y la colorida decoración de estilo tirolés del salón remiten a los pintorescos poblados alpinos de Alemania, Áustria o Suiza. Platos sabrosos y repostería de calidad van de la mano con la ambientación. En cada brownie, porción de strudel de manzana, tarta de ciruelas y remolacha, selva negra, sacher torte, goulasch de cerveza, ternera o cordero y en el sabor intenso del chucrut se aprecia el talento de Federico Holotiuk (descendiente de austrohúngaros) y su esposa Marianne Hübert, cuyo orígen registra antepasados alemanes y escoceses. “Aprendí de mi padre a mezclar los brownies a mano”, revive la propietaria sus primeros pasos como aprendiz de chef en la casa familiar de Quilmes. Las tortas que elaboran los dueños, las comidas típicas, las cervezas y los tés -importados de Alemania y Holanda- se pueden degustar por la tarde o a la noche (dos veces a la semana, un acordeonista o un pianista anima la velada). El lugar abre a las 16 y cierra alrededor de la medianoche.

c___YCRVCLFLQ_1200x0__1.jpg

Casa de té La Austríaca, en Villa Gesell.

Mirá también H1GIganFEl_290x290.jpg

Leberwurst con pepinos y papas alemanas, $ 270; papas fritas austríacas con panceta, $ 270; zwiwbwln-rostbraten (lomo de cerdo ahumado con cebollas al vino tinto y papas rústicas), $ 490; speckwurst (salchicha asada con panceta, ciruelas, chucrut y ensalada), $ 420; goulasch de ternera con spätzle, $ 420; de cerdo o cordero, $ 430; té ahumado, $ 110; porción de torta selva negra, $ 210.

Reservas. (02255) 46-6631.

Mirá también a8BXD2-QK_290x290__1.jpg

casa-de-te-las-cortaderas___Dv4zOCFvf_1200x0__1.jpg

Casa de té Las Cortaderas, en Villa Gesell.

Las Cortaderas. Un perfumado marco de pinos, acacias, eucaliptos y las melenas blancas de las cortaderas (una estilizada gramínea silvestre) rodea las mesas dispuestas en la terraza al aire libre y en el salón, donde Ana Stolis conserva la colección de libros de su padre Fernando, el creador de la casa de té y fábrica artesanal de tortas en 1984. El fundador del lugar y su esposa Susana también ofrecían aquí un ciclo de cine “bajo la luna y las estrellas”.

Mirá también BkjzgT_8M_290x290__1.jpg

Descendiente de lituanos, “Nando” Stolis falleció en 1995 y su ambicioso proyecto fue retomado por su hija, responsable de un menú cambiante que incluye desayunos y meriendas con productos naturales (hay opciones para celíacos), tés en hebras, una torta crocante inventada por Fernando (una potente combinación de crema con dulce de leche y merengue), mousse de chocolate o de limón con merengue italiano, torta de maracuyá, goulasch, bondiola glaceada y las medialunas más famosas de Villa Gesell, obra del reconocido pastelero Hugo Sosa. A Las Cortaderas se llega a través de un sendero de 30 metros que se interna en el bosque desde el portón de entrada, en avenida Buenos Aires 1520 casi Circunvalación.

nOsjK53R4_1200x0__1.jpg

Casa de té Las Cortaderas, en Villa Gesell.

Mirá también By7pt2he-_290x290.jpg

Degustación de tortas para cuatro personas, $ 480; porción de torta Crocante, $ 130; bondiola glaceada con cerveza, jengibre y miel, $ 320; goluasch con spätzle según una receta húngara, $ 320; Rissoto del Bosque con champiñones, hongos de pino y queso parmesano, $ 280.

Reservas. (02255) 47-8689.

Mirá también JkARdK1r5_290x290__1.jpg

GuKCb80sf_1200x0__1.jpg

Casa de té Bakeology, en Villa Gesell.

Bakeology. Aunque es la casa de té más cercana al centro -en 107 entre la avenida 3 y la calle 4-, un aire de tranquilidad y sonidos tenues sobrevuela a toda hora las 14 mesas de Bakeology, considerada “la cuna del cheescake de Villa Gesell”. Hace tres años, Natalia Mango pudo cumplir su sueño de contar con su propia casa de té, un lugar íntimo y muy familiar frecuentado por un público geselino que repara en las exquisitas meriendas y desayunos sugeridos en las pizarras. Nacida en Paso de los Libres (Corrientes) y radicada en Gesell hace siete años, Mango es pastelera y cocina a la vista sus budines de zanahoria y de banana, además de la reconocida torta de queso. Bakeology funciona todos los días del año de 8 a 21.

0IdKffY81_1200x0__1.jpg

Casa de té Bakeology, en Villa Gesell.

Mirá también U6BVgtEtO_290x290__1.jpg

Desayuno Orlando (dos medialunas, tostadas, panceta y jugo de naranja), $ 160; desayuno de medialunas con infusión, $ 75; tostadas con infusión, $ 80; medialunas de jamón y queso con infusión, $ 85; brownie, $ 65; porción de budín, $ 70; de torta, $ 115; mouffin, $ 40; maccarons, $ 40.

Reservas. (02255) 46-5552.

Mirá también UALtZ9Gr-_290x290__1.jpg

tev___tw4e027JO_1200x0__1.jpg

Casa de té El Churrinche, en Villa Gesell.

El Churrinche. La casa de artesanías de Úrsula “Trudy” Gesell -una de las tres hijas de Carlos Gesell- mutó en una casa de té y repostería, donde se sirve fondue, chocolates y tortas como lemon pie, de manzana con azúcar negra, ricota con frutos rojos, dulce de leche y chocolate, ricota con nuez y ciruelas con chocolate. Artesanías, piedras de colores, una colección de teteras y lámparas sobre las mesas decoran los dos salones y el jardín. En av. Buenos Aires y 205.

Reservas. (02255) 46-0694.

Mirá también uf02OOHY__290x290__1.jpg

tev___FDYTQvDOm_1200x0__1.jpg

Casa de té La Casa de Antonia, en Villa Gesell.

La Casa de Antonia. Entre sus platos caseros de cocina internacional y tortas artesanales son imperdibles el fondue de queso y de chocolate, la copa de langostinos, el lomo a la mostaza y los sorrentinos. En Boulevard Gesell y 303, muy cerca de la Reserva Natural e Histórica Pinar del Norte.

Reservas. (02255) 45-8666.

Mirá también JcSNPr4No_290x290__1.jpg

tevg___PPAKnDxGI_1200x0__1.jpg

Casa de té El Viejo Hobbit, en Villa Gesell.

El Viejo Hobbit. Almacén de quesos artesanales de Tandil, cervecería y casa de té con una ambientación de estilo medieval, un rasgo distintivo que se extiende a los platos del menú y el vestuario de los meseros. Entre melodías de música celta se pueden probar tortas de chocolate con crema y dulce (Bosque Viejo), de manzana y crema (Elanor), de café y tartas de queso con dulce de guinda y de frambuesa con cobertura de coco. En avenida 8 N° 1165, entre Paseo 111 y 112.

Reservas. (02255) 46-5851.

Mirá también rX8m2yp-4_290x290__1.jpg

Source Link

Chiwetel Ejiofor: “A mi generación se le enseñó a denigrar al otro, al pobre, al inmigrante” « Previous Chiwetel Ejiofor: “A mi generación se le enseñó a denigrar al otro, al pobre, al inmigrante”
Next » Sonriente y desafiante: el primer contacto del autor de la masacre de Nueva Zelanda ante la Justicia Sonriente y desafiante: el primer contacto del autor de la masacre de Nueva Zelanda ante la Justicia

Latest posts