Carina Zampini: la heroína que se refugió en la cocina
-¿Qué es más difícil en la televisión: darle un beso a un galán o preparar una torta?
-Yo empecé a trabajar en la televisión a los 19 años. La primera vez que le di un beso a un galán fue difícil. Pero ahora, que estoy por cumplir 43, puedo decir que tengo bastante práctica... No sé, creo que me costaría mucho más preparar una torta (se ríe).
Como villana o heroína, Carina Zampini se lució en varias telenovelas: Dulce amor, Malparida... Y, entre otros premios, en el 2004 ganó el Martín Fierro por su trabajo en Padre Coraje.
Luego, inquieta, “con ganas de asumir nuevos desafíos”, le llegó el turno de la conducción: hizo dupla con Gerardo Rozín en Morfi, todos a la mesa, y con Marley en Despedida de solteros (Telefe).
Christian Petersen, Zampini, Juan Marconi y Felicitas Pizarro, el equipo que este lunes 10 sale a la cancha.
Ahora da un paso más: desde este lunes a las 17.15, por El Trece, estará al frente de El gran premio de la cocina, un “reality de gastronomía” en el que los participantes “cocinarán en tiempo real”.
“Es un rol que me divierte. Y me gusta mucho el equipo que se formó para trabajar en este nuevo programa. Cuando ya falta poco para que salgamos al aire, es como que estamos todos esperando un bebé”, dice Carina, tierna, con la sonrisa a pleno.
Y agrega: “Siempre me gustó la cocina. Soy ama de casa y tengo un hijo de 20 años (Manuel, fruto de su relación con Pablo Arce, con quien estuvo en pareja hasta el 2009)”.
-¿Qué es lo que más le gusta que le cocines?
-Milanesas. Para que sean más sanas, se las hago al horno, con aceite en aerosol. Y cada tanto, fritas.
-¿Con alguna guarnición?
-Sí, con puré o papas fritas. Me gusta el trabajo manual de la cocina. Me gusta preparar pastas caseras, amasar pizzas...
Así es parte de la escenografía del reality en el que los participantes deben cocinar en tiempo real. Zampini será una suerte de mediadora.
-¿Siempre cocinaste?
-Desde que empecé a convivir con el padre de mi hijo... Antes se encargaba mi mamá. Vengo de una clase media ajustada, laburante. Cuando yo era chica, mi mamá tenía que resolver con lo que se podía. Éramos cuatro hermanos. Mi mamá preparaba comidas rendidoras: arroz, polenta, fideos... Eventualmente, carne. En una época, cuando mi papá trabajaba en un frigorífico, comíamos carne todos los días. Desayunábamos con carne. Después, cuando se fue a trabajar de otra cosa, comíamos menos carne. Mi mamá preparaba milanesas de hígado.
-¿Tenés algún lugar preferido para ir a comer afuera?
-No soy de ir a comer afuera. Vivo en zona oeste, en Haedo. Prefiero comer en casa o en la casa de algún amigo. Y preparar algún asadito.
-¿Lo hacés vos?
-Sí.
-¿Y los comensales te aplauden?
-Sí. Hago asado, vacío... Hago achuras. Y le incluyo verduras asadas. Me gusta la ceremonia del asado: prender el fuego, estar al lado de la parrilla.
-Los hombres te deben dar consejos...
-Me pasa que algún hombre se acerca y me dice: “Dejá, Cari... Lo hago yo”. Pero me lo dicen con buena onda, para que no me haga cargo yo sola de la situación... Y siempre terminamos compartiendo la parrilla. He descubierto que no todos los hombres saben hacer asado. Es más, creo que yo tengo más experiencia que alguno de mis hermanos. Tal vez es porque en casa tengo un quinchito con parrilla y puedo practicar.
-¿Y si tenés que agasajar a alguna pareja, en una cena romántica, qué le preparás?
-Primero tendría que tantear los gustos del agasajado... Lo que no falla en una primera cena romántica es una buena pasta. Y si estuviste tres horas amasando, hay amor, sin dudas.
-El problema es que si estuviste tres horas amasando vas a recibir al agasajado toda enharinada.
-Lo tenés que hacer con tiempo: preparar la pasta y, después, tener un buen rato para producirte...
-De los programas de cocina, ¿cuál es el chef que más te gusta?
-Hay varios. Me gusta mirar los canales de cocina. Me gusta mucho la pastelería de Osvaldo Gross. Para comer prefiero lo salado. Y para cocinar, lo dulce. Me gusta la repostería, la decoración de tortas. A mi hijo siempre le preparé las tortas de cumpleaños, con muñequitos...
-Como Maru Botana.
-Claro.
-¿Por qué creés que en la tele les va bien a los programas de cocina?
-Porque a todos nos gusta comer. Y, si queremos alimentarnos, en algún momento tenemos que prender una hornalla y preparar algo... Además, la cocina está ligada a lo emocional, al amor. La cocina te transporta a algún lugar. Mi mamá hace unas salsas riquísimas, pero las salsas que hacía mi abuela... Si yo volviera a sentir el olor de la salsa de mi abuela me transportaría directamente a su casa. Es lo mismo que pasa con las novelas. ¿Por qué la gente se engancha? Porque hablan de amor, de algo que nos pasa a todas las personas.
-Justamente, tu programa va a reemplazar a "Ojos que no ven", que conducía Andrea Politti y se dedicaba a formar parejas.
-Sí, la cocina, como el amor, no pasa de moda. Por lo que ya estuvimos viendo, las personas que van a participar en nuestro programa siempre tienen una historia en la que vinculan la cocina con lo emocional: cocinan con alguna receta familiar, cocinan lo que les preparan a sus seres queridos...
-Te gusta cocinar y te gusta comer: ¿qué tanto te cuidás para mantenerte en forma?
-La clave es encontrar un equilibro. Si tengo ganas de comer una picada, o un asado el fin de semana, lo hago sin problemas. Y si tengo tiempo, voy al gimnasio. Si no, trato de caminar en la cinta que tengo en casa.
-¿Vas a ser muy exigente con los participantes del programa?
-De eso, en todo caso, se va a encargar el jurado, que va a estar integrado por Christian Petersen y Felicitas Pizarro. Además, todos los días va a haber un invitado famoso que también va a calificar a los cocineros.
-¿Los van a retar si se les quema el pollo?
-No, al contrario. Yo voy a querer que ganen todos los participantes.
-Un reality con Narda Lepes detrás de cámara
En la co-conducción de El gran premio de la cocina, a Carina la va a acompañar Juan Marconi. “Juan va a estar bien cerca de los participantes, en el minuto a minuto de la preparación de sus platos”, explica Zampini. El jurado va a estar integrado por Christian Petersen y Felicitas Pizarro.
La chef Narda Lepes se moverá detrás de las cámaras.
“Hombres o mujeres, de todas las edades, los cocineros -sigue la conductora- tienen que ser amateurs. Y formarán dos equipos de ocho participantes cada uno. Tendrán 50 minutos para presentar tres platos. Al final, a medida que avancen las etapas, se irán eliminando entre ellos. El ganador del reality se llevará 300.000 pesos”.
-¿Cuál será el rol de Narda Lepes en el programa?
-Narda es una genia... Y ella va a estar detrás de cámara. Se va a ocupar de toda la producción gastronómica: que en la despensa no falte ningún ingrediente, que los platos que se les pidan a los participantes se puedan hacer en tiempo y forma... La idea es que las comidas sean simples. Y va a haber de todo: comidas clásicas, veganas, saludables, para chicos... En sus devoluciones, el jurado también va a enseñar a cocinar.
-De protagonista a espectadora
A Zampini, que está sola desde hace dos meses (se separó de Ezequiel), no le falta trabajo como actriz. "Pero en este momento preferí enamorarme de este reality", dice. "Siempre me gustó dejarme llevar por las sensaciones, no ir a contracorriente, porque se rompen los remos. Y también me entusiasmó el hecho de volver a El Trece”.
"Mi hermano es un clon", la tira protagonizada por Nico Cabré, que Zampini define como "una comedia hermosa".
-¿Estás siguiendo alguna ficción en la TV?
-Trato de ver de todo un poco. Vi el primer capítulo de Mi hermano es un clon. Me parece que es una comedia hermosa. (Nico) Cabré nunca deja de sorprender... Vi la apertura de ShowMatch, El Marginal 2, 100 días para enamorarse... Veo tele, pero también me gusta estar en silencio: lavar la ropa, limpiar la casa, cortar el pasto... También leo, pinto... En algún momento del día necesito conectarme conmigo.