Brit Marling: “El público ha visto tanto que debes darle algo muy nuevo para atraer su atención”
Describir la serie The OA no resulta fácil ni siquiera para la mujer que la escribe y protagoniza. "Es una historia de exploración de cosas tan humanas como el drama, la comunidad, la alienación, preguntas sobre la naturaleza de la realidad: qué es real, qué es importante para nosotros, por qué necesitamos historias para nuestra supervivencia...", detalla Brit Marling (Chicago, 36 años) en conversación telefónica con EL PAÍS. No se puede presentar mejor serie y coautora.
Tampoco se sabía mucho de ella en diciembre de 2016, cuando Netflix estrenó la primera temporada.Los espectadores se encontraron con una joven y un variopinto grupo de personas a quienes esta contaba su historia: fue una niña ciega de origen ruso que estuvo prisionera durante años, en los que fue sometida a diferentes experimentos. Mezclaba fantasía, misterio, drama y tintes de ciencia ficción. Era rara no solo en su contenido, sino también en su forma.
Netflix estrenará el día 22 los ocho episodios que componen la segunda entrega, que trasladan la acción a otra dimensión. “Es una especie de película noir metafísica que se desarrolla en San Francisco, donde OA [apodo de la protagonista] y un hombre que no habíamos conocido antes, un detective privado [interpretado por Kingsley Ben-Adir], deben resolver juntos un caso que parece simple al principio, pero se va complicando y volviendo más grande de lo que parecía”, adelanta Marling. A juzgar por lo visto en los avances y capítulos disponibles para la prensa, supone solo el punto de partida. En su reparto repiten Jason Isaacs, Riz Ahmed o Paz Vega.
Brit Marling, cocreadora del programa junto a Zal Batmanglij, quiere "poner a prueba y forzar los límites de la narración". Ya en la primera temporada usaron recursos como contar historias dentro de otras historias o una narradora poco fiable tanto para los personajes como para el espectador. Ahora se suman realidades diferentes relacionadas entre sí.
"Nuestra generación ha consumido tanta ficción a estas alturas que tienes que darles algo realmente nuevo para atraer su atención", opina Marling. "Mi abuelo quizá iba al cine dos veces al año cuando era joven, consumía muchísima menos narrativa que mi generación, que ven un par de películas a la semana, series, leen novelas... El conocimiento de la narrativa por parte del espectador medio es muy alto, ya entienden muy rápido la estructura que tiene la historia. Si los narradores de historias quieren seguir manteniendo el interés de la audiencia, tienen que inventar estructuras internas y formas para crear nuevas sorpresas".
Marling defiende que The OA no se trata de una serie ni de una película larga. "Estamos en un momento muy emocionante en el que la tecnología ha cambiado y las plataformas de streaming nos permiten cambiar la forma de contar historias. Ya no estamos constreñidos por el formato cinematográfico clásico de entre 90 minutos y tres horas en una sala de cine. Tampoco por las reglas de la televisión, donde tienes que acomodar las interrupciones de la publicidad y que tras un momento climático de la historia cortan para venderte un coche o un nuevo tipo de pañales". Sus creadores comparan con frecuencia The OA con una novela y no con los formatos audiovisuales tradicionales.
El que Batmanglij dirija casi todos los episodios y que ella sea la protagonista, además de liderar ambos el equipo de guionistas, son las razones principales de que la segunda temporada haya tardado más de dos años en llegar. "Digamos que en la televisión tradicional tienen más cocineros en su cocina. Mientras van grabando los capítulos tres y cuatro, ya están editando los episodios uno y dos. En nuestra cocina tenemos muy pocos cocineros, así que nos lleva más tiempo hacer un plato".
Cuando Batmanglij y Marling —que ya habían coincidido en las películas Sound of My Voice y Otra Tierra— se plantearon una historia de larga duración, pensaron en varias temporadas, sabiendo hacia dónde iban con la historia. "Pasamos mucho tiempo construyendo los caminos del laberinto y pensando qué estaría en el centro. Si no, te puedes encontrar a ti mismo como guionista dándote de bruces contra un muro".
La primera tanda de episodios de The OA obtuvo dos respuestas de los espectadores: o la amaron o la odiaron. "Me gustó mucho que ocurriera eso, preferimos que la gente sienta emociones profundas a dejarlos a medias", cuenta Marling. "Exploramos cosas con las que mucha gente no se siente cómoda, como el cuerpo humano alojando algo posiblemente mágico. O la idea de una historia que incluye ciencia ficción o fantasía ubicada en un mundo cotidiano y reconocible. Pero a nosotros eso nos encanta, el hecho de explorar experiencias cercanas a la muerte y qué podría ocurrir en realidades alternativas. Solo seguimos contando la historia que nos interesa".