Albert Baró: el galán español cuenta los consejos que su abuela de 91 años le da por videollamada
Vive solo donde el trabaje lo mande: puede ser Barcelona (donde grabó Merlí), Madrid (actuó en la serie Servir y proteger) o Buenos Aires, donde reside actualmente para protagonizar Argentina, tierra de amor y venganza. Y se las arregla muy bien, con 22 años y casi todas las tareas domésticas aprendidas. Para acortar la distancia con su familia, que vive en el pueblo español de San Esteban de Palautordera, Albert Baró realiza videollamadas a diario.
Albert llegó a la Argentina el 26 de diciembre. Ahora comparte unos días con su novia, una chica argentina (Nerina) que vive en Madrid.
Del otro lado de la pantalla pueden aparecer sus padres, su hermana o la abuela María, una mujer de 91 años que quiere estar aggiornada para poder tener contacto permanente con su nieto.
En una charla con Clarín, el actor -que en la tira de época de El Trece compone a Bruno Salvat, un muchacho que peleó en la Guerra Civil Española- comparte que "antes de colgar la llamada, la abuela siempre me pide cuatro cosas".
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Así, con simpleza y generosidad, recrea ante la cámara y el grabador lo que ella, un personaje clave de su infancia, le dice. "Antes de cortar me pide: 'Come, descansa, duerme y disfruta'. Y mis padres me dicen que '“Vamos, que fuerza, que a tope con todo esto”. Siempre me apoyan y eso es fundamental, porque finalmente sólo tengo 22 años. La abuela agarra el móvil de mi tía y me ve en la pantalla y no lo puede creer.
Albert Baró, el actor que compone a Bruno Salvat, en los años '30.
En plan íntimo y confesional, reconoce que "la abuela es increíble, siempre está ahí. Merlí la vio en el televisor, luego me vio en la diaria Servir y proteger y se enganchó tanto que todavía la sigue, aunque yo ya no esté en la pantalla. Y cuando le conté que me venía para otra tira diaria dijo ‘Pues, bueno, veré cómo hacer para seguirla, porque no me la pienso perder’. Entonces le ponen un ordenador y la ve a través de Internet. Y a veces hace encuentros con mis padres, que viven al lado, y todos se ponen a ver lo que estoy haciendo ahora. Y eso, a mí, me hace sentir muy conectado y acompañado”.
Su personaje de ficción se enamora del de Delfina Chaves. Forman una de las parejas más taquilleras de la redes.
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-¿Cumplís con todo lo que te pide la abuela?
-En lo de comer sí y en lo de descansar no tanto, porque esto es muy intenso. Nunca había tenido un proyecto siendo protagonista, con muchas escenas por día, en jornadas de 8 a 18 todos los días. Me levanto a las 6.15, me baño, me cambio, a las 7 me pasan a buscar para poder estar 7.30 en Pol-ka. Y recién ahí me pido el desayuno en el bar.
