Susana Giménez, Marcelo Tinelli, Mirtha Legrand: ¿por qué no se renueva la conducción televisiva?
Susana Giménez y Marcelo Tinelli, conductores inoxidables.
El próximo lunes 3 de septiembre, Marcelo Tinelli vuelve a la televisión con la vigésimo novena temporada de ShowMatch. Es un regreso esperado por el público, ya que es el gran programa de entretenimientos de la televisión argentina. Supongo que también debe ser un regreso esperado para Tinelli, quien logró superar la situación de pérdida de su productora anterior Ideas del Sur, luego de sus conflictos económicos y políticos con el grupo Indalo, para formar su nueva productora Laflia. Y debe ser un regreso también muy esperado para la industria televisiva y sus aledaños: el rating del ciclo -que figura siempre entre los más vistos- es un buen negocio para El Trece, el canal que lo pone en pantalla, y es tentador para los grandes anunciantes que sienten que la gran vidriera que les aporta ShowMatch y su Bailando por un sueño es un excelente modo de llegarles a sus potenciales clientes.
Pero este tardío retorno del programa (estamos hablando de comenzar una temporada que habitualmente arranca por mayo o junio en el noveno mes del año) ilumina un costado de la televisión abierta, que a pesar de estar bien a la vista, se discute poco: la escasa -o nula- renovación de sus grandes conductores.
Ejemplos. Desde hace añares los medios se preguntan y proponen quién es la nueva Susana Giménez. De Valeria Mazza, en los años ’90; a Pampita, este año, fueron pasando las aspirantes al trono y Susana se mantiene ahí, sin sucesora y haciendo sus programas cuándo y cómo quiere, también con altísimos niveles de rating y de repercusión mediática. Susana ya era Susana aún antes de debutar con su ciclo televisivo en 1987. Pero en estos 31 años no surgió ninguna figura que opacara su estrellato, su nivel de diva o la sacara de circulación.
El caso de Mirtha Legrand es aún más extremo. Este año, sus almuerzos (a los que también les agregó cenas) festejaron sus 50 temporadas en el aire. Le tiraron -televisivamente hablando, claro- con todo: ficciones, películas y algunos ciclos similares como el viejo Almorfando con La Chona (que hacía la actriz cómica Haydeé Padilla) o el actual PH, Podemos hablar de Andy Kusnetzoff. Puede ganar o perder en el rating, pero su programa continúa marcando agenda, dándoles títulos y temas a otros envíos de la tele y ella sigue en su rol de diva indiscutida e incómoda interpeladora.
Si se piensa en otros conductores que estén si no al nivel de este trío (Mirtha, Susana, Tinelli) en un nivel parecido, aparecen Mariana Fabbiani y Marley. Fabbiani arrancó coconduciendo con Raúl Portal Perdona nuestros pecados (PNP) en 1998, hace 20 años, y terminó de perfilarse como una gran conductora con Resumen de los medios (RSM), en 2005, hace 13. Una eternidad.
Marley, por su parte, está en la televisión abierta desde 1991, año en que debutó en el Fax de Nicolás Repetto. Pero conduciendo sus propios programas desde 1998, cuando con Federica Pais hacían Teleshow. 20 años. Otra eternidad. Y es un imbatible con el ciclo que encare: realities o programas de viajes, que en muchos de los casos tienen como eje más destacable la propia participación de Marley, sus bloopers o la inclusión de su pequeño hijo Mirko.
Si hablamos de conductores de ciclos periodísticos, también están instaladísimos Jorge Lanata (que arrancó con su Día D en 1995 y está al aire con PPT desde 2012) y Luis Majul, que hace La cornisa desde el año 2000.
Es probable que sea injusto con algún valor que también se dedique a la conducción de programas (sí, sé que Nicolás Repetto está al aire en Telefe con El noticiero de la gente), pero los mencionados más arriba tienen muchísimos años en el aire en el primer nivel y sin perder un ápice de vigencia.
Las preguntas que surgen son si la tele va sólo a lo seguro, si las urgencias no permiten “esperar” el desarrollo de un conductor, o si el público y los anunciantes prefieren ver y apostar a una cara (muy) conocida antes de intentar descifrar los códigos de alguien nuevo.
Mientras tanto, Susana, Tinelli, Mirtha en el primer bloque; Mariana Fabbiani y Marley, en el segundo; y Lanata y Majul, en uno más específico, siguen ahí, sin otros que les hagan sombra.