¿Se ha enterado ya de que regresa ‘Juego de tronos’?
Desde hace unas semanas, el mapa de Estados Unidos se ha redistribuido de esta manera: Chicago es la Casa de los Stark, Nueva York la de los Lannister, San Francisco la de los Targaryen y Boston una suerte de mezcla entre Targaryen versus Lannister. La cadena HBO se asoció con la compañía de telecomunicaciones AT&T para convertir sus tiendas principales en los hogares de las familias que aún compiten por el trono de los Siete Reinos en Juego de Tronos. La serie que más premios Emmy se ha llevado de una sentada, la más solicitada a la carta en la televisión de pago -y también la más pirateada- no necesita publicitar que vuelve este 14 de abril estrena la octava y última temporada. Pero lo está anunciando y con una macrocampaña inédita en la historia de la televisión, que aborda desde sitios para donar sangre hasta locales de comida rápida.
El primer destello de que HBO iba a lanzar una munición publicitaria de magnitudes fue su anuncio este febrero en la Super Bowl, la final de la liga de fútbol americano que convoca a más de 100 millones de espectadores en EE UU. La cadena de televisión se asoció con la cerveza Bud Light en un anuncio de 60 segundos por el que pagaron unos cinco millones de dólares cada uno. El clip mostraba la derrota del Caballero Bud Light frente al personaje de la Montaña, que le aplastaba la cabeza en alusión a la muerte de Orbyn Martell. El aviso publicitario forma parte de una campaña estimada de 20 millones dólares, según recoge The Wall Street Journal. El periódico estadounidense informa de que HBO evaluó la alternativa de crear una alianza con Coca-Cola y convertir al emblemático oso polar de la compañía en un Caminante Blanco.
La estrategia de marketing no se limita solo a EE UU. La cadena de cable ha escondido seis tronos de hierro de tamaño real en distintos lugares del mundo para el desafío bautizado Por el Trono. Los fanáticos deben encontrar las piezas siguiendo las pistas de sus personajes favoritos -los que aún sobreviven- a través del canal de YouTube y de la cuenta de Instagram de la serie. Se sabe que uno está situado en mitad de un bosque, otro en un árido paisaje junto a unas ruinas antiguas. El premio para quienes logren descifrar los acertijos es sentarse en el poderoso asiento, o sea, un éxito en las redes sociales. Un sitial que no está nada oculto es el exhibido fuera el Rockefeller Center, un emblemático edificio de Nueva York que ve pasar diariamente a miles de turistas.
HBO también le pidió en marzo a los seguidores del éxito mediático que sangren por la serie. Tal cual. Fue con una buena causa, nada de bodas rojas. La cadena junto con la Cruz Roja America lanzaron la campaña ¿Sangrarías por el trono? para promover la donación de sangre. La iniciativa, que no estuvo exenta de polémicas, se llevó a cabo en 15 países, entre ellos Noruega, Suecia, Sudáfrica, Kenia, Ghana y Botsuana. Quienes se animaron recibieron de regalo una edición limitada de una camiseta con el lema Sangra por el Trono y la posibilidad de concursar por una entrada a la presentación de la ansiada temporada final.
La macro campaña han venido acompañadas de otras pequeñas acciones que se cuelan en la rutina diaria de los transeúntes. Los torniquetes del metro de Londres anuncian la serie, la cadena de comida rápida Shake Shake ofrece con sus hamburguesas un menú especial solo si se pide en un “fluido Alto Valyrio” -lengua de Daenerys Targaryen y Lord Varys-. Y hasta las galletas Oreo han lanzado una edición limitada de su envoltorio con la tipografía de la serie y los nombres de las distintas casas. Todo para que más personas se unan a la fiebre por la ficción a unas semanas de su final y también para que se enganchen a otros programas de la plataforma. De todas formas, la rentabilidad que le está sacando HBO a su serie estrella no acabarán junto con el programa. La cadena de pago está convirtiendo uno de los antiguos estudios en Irlanda del Norte en una atracción turística de 33.000 metros cuadrados.
HBO vende la serie, pero la serie vende todo lo demás
NATALIA MARCOS
La mayor superproducción televisiva de la historia ha convertido lugares como Islandia, Croacia, Marruecos, Malta o España en su plató natural, con localizaciones majestuosas que lograban así repercusión mundial al ser mostradas en el gran escaparate que es la serie de HBO. La producción ha servido como catalizador del turismo y la economía de las regiones donde se ha rodado. Aunque dentro de siete semanas la serie ya habrá terminado, seguirá viva en lugares como Irlanda del Norte, donde HBO quiere convertir en atracciones turísticas algunos de los escenarios en los que se ha rodado la ficción, con experiencias inmersivas y exposiciones de armas, vestuario y objetos aparecidos en pantalla.
La oficina de Turismo de Irlanda del Norte, donde la serie ha tenido su base de rodaje, calcula que el turismo relacionado con Juego de tronos ha generado unos ingresos de unos 60 millones de dólares al año en el país. Un ejemplo son los más de 25.000 visitas que acuden al año a Castle Ward para participar en un tour por el hogar de los Stark en la primera temporada de la serie. En esa experiencia de un día se puede practicar el tiro con arco en el mismo lugar donde Bran aprendía a hacerlo en el primer capítulo o subir en bicicleta hasta Audley’s Castle, que en la serie representa The Twins, el hogar de la casa Frey. Además, guías vestidos al estilo de los Stark (y que cuentan sus experiencias como extras en momentos clave como la Batalla de los Bastardos) acompañan al visitante al bosque de Tollymore, donde se grabó la primera escena de Juego de tronos o las secuencias en las que Ned Stark y sus hijos encuentran los lobos huargos.
Islandia es territorio Más allá del Muro. Aunque la explosión del turismo, ahora una de las principales fuentes de ingresos del país, lo explican sobre todo por la erupción del volcán Eyjafjallajökull en 2010, la aportación de Juego de tronos también es considerable. La cueva donde Jon Nieve y la salvaje Ygritte dieron rienda suelta a su amor es uno de los lugares a los que pocos que no sean fans de la serie se acercarían y que ahora cuenta con un goteo constante de visitantes.
El paso de la serie por España también ha dado mayor visibilidad a lugares como San Juan de Gaztelugatxe, en Bizkaia (que en agosto de 2017, tras convertirse en Rocadragón en Juego de tronos atrajo a más de 142.000 visitantes), o la plaza de toros de Osuna, localidad que ha duplicado su turismo tras aparecer en la quinta entrega.
Como parte de la promoción de la última entrega, HBO ha colocado seis réplicas del Trono de Hierro en diferentes lugares del mundo. Uno de ellos estuvo el pasado fin de semana a los pies del castillo de Atienza (Guadalajara). Según explicó en la SER su alcalde, Pedro Loranca, unas 8.000 personas se acercaron al lugar el fin de semana pasado para hacerse una foto en el deseado asiento. El efecto Juego de tronos todavía no conoce límites.