Música, mar y puesta de sol
En cada festival veraniego hay un momento revelador, de armonía y comunión que sirve de punto de inflexión a la jornada: la puesta de sol. Durante esos evocadores minutos, mientras suena la música, se siente paz. En Tarifa (Cádiz), este sábado 21 de julio, se celebra el We Love Sunset, o lo que es lo mismo, Amamos la puesta de sol. Un festival ubicado en la idílica ciudad gaditana, a pocos metros del mar, en el Estadio Municipal Antonio López, que acogerá a artistas como el rapero madrileño Rayden, el cantautor Ángel Stanich o la banda sevillana Full. El precio de la entrada es de 30 euros (o dos por 50) y el evento se suma a la singular categoría de festivales donde la experiencia trata de estar tan cuidada como el cartel.
MÁS INFORMACIÓN"Aquí es tan importante el público como los artistas", asegura Alberto Mozota, promotor del evento y Dj. We Love Sunset nació en el verano de 2016 de una de las sesiones vespertinas en las que pinchaba y congregaba "a mucha gente para el sunset". "La idea la tenía desde hace tiempo... y en la época la más difícil de mi vida, viendo un concierto de Fuel Fandango y sin ninguna experiencia, me lancé y me tiré al barro", continúa. Un año después puso en marcha la idea de levantar un festival, en parte, por su amor hacia Tarifa, ciudad a la que se mudó hace seis años y a la que sentía que tenía que devolver algo. "Amo la música y lo que conllevan socioculturalmente estos eventos. Además, soy Dj y había tenido grupos; soy un músico frustrado", cuenta socarrón. El festival, añade, se ha convertido en un homenaje para su padre, "fallecido hace unos días".
Mozota señala que su propósito es que "aunque el festival no sea espectacular", los asistentes encontrarán "facilidad de acceso o para pedir una cerveza, de modo que puedan disfrutar de los conciertos". También se lamenta de otros certámenes donde los organizadores "meten a más gente de la que deben y descuidan la experiencia del público". El cartel lo completan Tu otra bonita, The Royal Flash, Nocturnos, el Dj Hard Candy y el propio Mozota, que cerrará el festival con una sesión junto al Dj Juantxo Muñoz. El presupuesto del evento ha sido de 100.000 euros y esperan que acudan unas 4.000 personas al estadio municipal, que tienen un aforo máximo de 7.400.
Como primera experiencia levantando este tipo de evento el promotor señala que se trata de "una carrera de maratón" y que "no se puede pretender ganar dinero a toda costa". "Amo esto, he sido muy festivalero y quiero vivir de ello, pero he visto un mercado complejo y delicado. Hay gente que lo ve como un negocio rápido. Un festival es algo más que los conciertos, es un evento diferente", concluye. Uno de los reveses que sufrió fue la caída de artistas del cartel debido a los cambios de fechas de la administración local. Sin embargo, se muestra muy orgulloso del cierre final: "Rayden y Nocturnos son de mi tierra y son de una extrema calidad. No es un cartel tan grande como el de otros festivales pero de una calidad de la que se ven pocos, musicalmente hablando". Como rezan desde la organización, "atardeceres que quitan lo bailao, extensas playas de arena blanca y una oferta gastronómica con aires marroquíes" son solo algunas de las razones para debutar en Tarifa.