La juguetería FAO Schwarz vuelve a Nueva York después de tres años
16/11/2018 - 22:19
Clarin.comviajes
Un reloj de tres pisos que guiña el ojo, un centro de adopción de muñecas o una nave espacial con tripulantes de peluche forman parte del universo de fantasía de FAO Schwarz, la legendaria juguetería que cerró su sede de Nueva York, Estados Unidos, hace tres años y que hoy ha vuelto para quedarse.
La enorme tienda ocupa 1.850 metros cuadrados a los pies del edificio Rockefeller, uno de los rascacielos más altos de la Gran Manzana, cuya presencia pasaba casi desapercibida para las decenas de niños que estaban encandilados frente a sus vidrieras este viernes 16 de noviembre.
La tienda ocupa 1.850 metros cuadrados. REUTERS/Shannon Stapleton
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No eran los únicos: algunos padres recordaban con nostalgia haber crecido con esta juguetería fundada en 1862, una de las más grandes y antiguas del mundo, que se estableció en la Quinta Avenida en los años 30 y que, desde 1986 estaba en las inmediaciones de Central Park, en esa misma vía.
"Simplemente tiene magia, es un lugar feliz y parece que lo han traído otra vez a Nueva York", dijo Jenny Jones, una madre neoyorquina que hoy esperó una hora junto a su hija para entrar a lo grande, por una alfombra roja dispuesta en el interior. "¡No quería perdérmelo!", exclamó.
La juguetería se fundó en 1862. REUTERS/Shannon Stapleton
Nuevo modelo
La tienda busca, con demostraciones y espectáculos de teatro, convertir lo que sería una mera visita en una "experiencia", una estrategia que según sus directivos actuales contribuyó a que se convirtiera en un "destino global" a lo largo de su historia.
"La tienda de FAO Schwarz va a ser mejor que nunca y volvió para quedarse", dijo David Conn, principal ejecutivo del conglomerado propietario de la firma desde 2016, ThreeSixty Brands.
Experiencias, mucho más que una simple tienda REUTERS/Shannon Stapleton
Lo corroboraban clientas como Sarah McConnell, una turista que había visitado la antigua tienda de Manhattan antes de que cerrara en 2015 por el alto precio del alquiler y, ya cargada con varias bolsas, aseguró estar en "el país de las maravillas". "Debo de haber sido la primera en gastarse 100 dólares", bromeó la mujer, para quien esta juguetería "atemporal" esconde cosas "que no se pueden encontrar en ningún otro lugar".
Soldaditos de juguete y de verdad en la nueva FAO Schwarz (AP Photo/Mary Altaffer)
De película
Una de ellas es el icónico piano sobre cuyas teclas hay que bailar para hacer que suene, y que esta semana estrenaron los actores Whoopi Goldberg y Neil Patrick Harris, al estilo del jovencísimo Tom Hanks que protagonizó la película "Big" (Quisiera ser grande) en 1988.
Otras son el enorme reloj de pie -con ojos y boca- que tiene por dentro unas escaleras con acceso a los tres pisos del local, o la nave espacial de ocho metros de altura tripulada por peluches en la que un astronauta aguarda para hacerse fotos.
Jugando en el piano de la nueva juguetería (AP Photo/Mary Altaffer)
Pero entre todas esas cosas, más una locomotora llena de dulces, rincones para personalizar osos de peluche y autos a control remoto, o los otros 200 productos que ofrece la tienda, los más pequeños lo tienen claro: las demostraciones en vivo la rompen.
"Me encanta la ciencia y me gusta mucho hacer experimentos. Hoy vi a un científico hacer un volcán", dijo emocionada Deena, una niña de 11 años que exploraba la ciudad con su madre -ambas turistas en Nueva York- cuando se encontró "por accidente" con la juguetería.
Jugando al supermercado en un espacio de FAO Schwarz (AP Photo/Mary Altaffer)
De cara a la Navidad, con los primeros copos de nieve y el famoso árbol del Rockefeller Center recién instalado, FAO Schwarz y sus soldaditos de uniforme rojo insuflan ahora ilusión a un sector marcado por el cierre Toys'R'Us, su antigua propietaria, que echó el candado este verano tras declararse en bancarrota.
Nora Quintanilla/EFE