La deliciosa Ruta del Vino Torrontés de La Rioja
Los expertos en vino se ponen sofisticados con los descriptores. Buscan la palabra más precisa, la que mejor define la personalidad de una etiqueta. En una cata que se realiza en la capital de La Rioja, la licenciada en enología y docente Rosa Braile habla de las virtudes del torrontés, de la altura de los viñedos y de la amplitud térmica. Cuando quiere dar una definición de carácter, encuentra la comparación perfecta en un personaje de la historia: “¿Ustedes vieron que en la entrada de la ciudad hay una gran escultura del ‘Chacho’ Peñaloza? Es imposible no verla. Bueno. Nuestros vinos son como el ‘Chacho’: potentes”.
Racimos de la cepa torrontés, en La Rioja.
El torrontés es la cepa emblema y originaria de La Rioja, según el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Desde hace años, la provincia quiere poner en valor esa característica a través de una Ruta del Torrontés, que incluye 19 bodegas. Chilecito, Famatina, Villa Unión, Villa Castelli, Vinchina, Castro Barros, Sanagasta y San Blas de Los Sauces son algunas de las regiones productivas donde mejor madura esa uva, que es una mezcla de una cepa criolla con la variedad moscatel de Alejandría.
En Anillaco, en el departamento Castro Barros, entre los cordones de la Sierra de Velasco, funciona la bodega San Huberto, que tiene 200 hectáreas en el pueblo y en Aminga, con una producción de cinco millones de litros.
Ruta del Vino Torrontés de La Rioja.
Durante un almuerzo, el enólogo Juan Banno explica las condiciones del valle, del desierto y de un suelo arenoso y permeable. Alguien comienza a descorchar los vinos para iniciar la cata. El primer elegido es el Nina Torrontés 2017. Algún enólogo definió una vez el torrontés como “una buena ensalada de frutas”. Y éste le rinde honor a esas palabras: frutas, flores y equilibro en la frescura.
Después hubo tiempo para dedicar a una de las estrellas de la bodega: Nina Petit Verdot 2014. Los que gustan de probar nuevas cepas no tienen que perderse ese vino de un tinto casi negro, con notas de arándanos e higos y la complejidad que le da un año de crianza en roble francés. La charla sigue con detalles de la producción y se pone más compleja cuando Banno intenta explicar las diferencias entre un buen vino y un gran vino. Pero hay que seguir viaje.
Viñedos en Anillaco, una de las escalas de la Ruta del Vino Torrontés de La Rioja.
Según el último Censo, en Chañarmuyo, un pueblo del departamento Famatina viven 268 personas. El frío es duro y el paisaje es un mar rocoso y bello rodeado por la Sierra del Paimán. Martín Meza, gerente del proyecto, cuenta que la gente le repetía al dueño de la bodega: “Usted está loco. Ahí no se puede hacer nada”.
Una de las bodegas que integran la Ruta del Vino Torrontés riojano.
Hoy funcionan aquí el Hotel de Vino Chañarmuyo y la bodega que lleva el mismo nombre, con una producción de 1,2 millón de litros, que en su mayoría se exportan a Estados Unidos, Japón, Canadá e Inglaterra. Además, elaboran vinos para bodegas de gran renombre, como Catena Zapata. “Estamos a 1.720 metros sobre el nivel del mar. La altura y el clima son ideales para producir vinos de alta gama”, agrega Meza.
En la cena, cerca de un hogar comienza la cata de algunos vinos de las cuatro líneas de la bodega.
Plantaciones de vid en el hotel boutique de vino Chañarmuyo, parte de la Ruta del Vino Torrontés de La Rioja.
El primer descorche es en honor a una ruta dedicada a una variedad de uvas blancas: es el Chañarmuyo Chardonnay 2017. “Cosecha a mano. Las uvas son prensadas inmediatamente para mantener su frescura y tipicidad varietal”, dice la descripción. Al primer trago, se siente un ácido natural y las frutas tropicales a las que se refieren los enólogos. El broche de oro llega con un Chañarmuyo Reserva Tannat 2016, con notas de membrillo. Terciopelo puro diría un enólogo con ánimo de buscar descriptores.
Barricas en la Cooperativa La Riojana, en la Ruta del Vino Torrontés.
No se puede hablar del vino riojano sin pasar por Chilecito, corazón de la producción y sede de La Riojana. Esa cooperativa produce el 50 por ciento del total de la provincia (alrededor de 30 millones de litros) y hace poco más de 30 años su torrontés Nacarí Esmerilado ganó la máxima distinción en la tradicional feria francesa Vinexpo. Después de una visita a la línea de producción de la bodega, la cata arranca con un buen ejemplar del torrontés: Raza Argentina, un vino color amarillo brillante y fresco, que sugieren maridar con quesos o sushi. Uno de los grandes momentos de la cata fue de la mano de un Santa Florentina Tardío Otoñal de Torrontés Riojano. Color dorado y miel en la boca para ir terminando el paseo.
Bodega San Huberto, en Chilecito, parte de la Ruta del Vino Torrontés de La Rioja.
Javier Collovati, gerente de bodega La Puerta, nos da la bienvenida en Vichigasta, en las afueras de Chilecito. La empresa no sólo sabe de la producción de buenos vinos -104 hectáreas- sino también de olivo -700 ha-, que se producen en estas tierras con un excelente microclima y ubicada entre el Famatina y la Cordillera de Velasco.
Collovati comienza a descorchar los vinos, tanto los que forman parte de la Ruta -como La Puerta Alta Torrontés- como una de las joyas de la bodega, La Puerta Gran Reserva. Es un blend de malbec, bonarda y syrah que despierta el entusiasmo de la mesa. Los que no tienen tiempo para una visita guiada pueden visitar el local comercial, en la entrada de la bodega y al borde de la ruta 74.
Una copa de vinco torrontes de La Rioja.
Camino a casa, en la valija se siente el tintinear del vidrio de algunas botellas, el mejor recuerdo de estas tierras. Queda la imagen imponente de la Sierra del Paimán, una charla sin apuro junto a una chimenea y el recuerdo de los vinos potentes como el “Chacho”.
Miniguía
Cómo llegar. De Buenos Aires a La Rioja capital son 1.153 km por ruta 9 Panamericana ramal Campana) hasta Córdoba capital, ruta 20 hasta Carlos Paz y ruta 38; 7 peajes, $ 285.
Aerolíneas Argentinas tiene dos vuelos diarios sin escala de Aeroparque a La Rioja de lunes a viernes y una frecuencia por día los fines de semana. Ida y vuelta con impuestos, desde $ 2.013.
Bus semicama Chevallier de Retiro a la ciudad de La Rioja (17 hs. 30’), $ 1.800; coche cama, $ 1.950; ejecutivo Gral. Urquiza (15 hs.), $ 2.250; suite, $ 2.600.
Dónde alojarse. Hotel boutique Chañarmuyo: habitación doble con desayuno, desde $ 2.190. Desde el hotel se realizan excursiones guiadas al dique de Chañarmuyo, paseos en kayak y en bicicleta (www.chanarmuyo.com).
Cuánto cuesta. Entrada al Parque de los Dinosaurios, en Sanagasta, $ 50; caminata guiada de 40 minutos, $ 80; de una hora y media, $ 150 (03804- 496-614).
Plato de sorrentinos de conejo y ciruela en el restaurante La Stanza, en la ciudad de La Rioja, $ 190; ravioles de cabrito asado, $ 230 (0380- 443-0809).
Dónde informarse. En Buenos Aires, Casa de la Provincia de La Rioja: av. Callao 745, teléfono 4813-3417.
En La Rioja, (0380) 442-6345.
info@turismolarioja.gov.ar / turismocasadelarioja@gmail.com www.turismolarioja.gov.ar
Diego Jemio / Especial para Clarín