Ismael Serrano ante su mejor momento musical
“No siempre los planes salen como sueñas”, canta Ismael Serrano en su canción Podría ser. Sin embargo, al músico las cosas le han resultado mejor de lo que podría haber pensado. Está celebrando 20 años en la música y lo hace con un disco en el que recupera algunas de sus temas que, si bien no siempre forman parte de la lista de canciones de sus conciertos, componen parte de su repertorio y han contribuido a su estancia en la música. Bajo el título Todavía el artista presenta este domingo con EL PAÍS (9,95 euros) este trabajo que también incluye dos canciones inéditas.
Todavía es un adverbio que a Serrano, que lo avalan 10 discos, le sirve para posicionarse en el presente, pero también para echar la vista atrás y hacer una declaración de intenciones. “Todavía la música sigue siendo esa terapia que me rescata del naufragio”, dice en el texto de introducción del libreto que acompaña al disco. Siempre comprometido con la sociedad, sus reivindicativas letras siguen teniendo hoy todo el sentido que tuvieron en su origen. En cambio, el músico no se ha limitado a reproducirlas tal y como las conocen sus seguidores, sino que les ha dado ritmos que las renuevan.
El álbum, con 13 canciones como Semana, Al bando vencido o Podría ser incluye algunos apuntes para la audición acompañando a cada una de las letras. También una entrevista realizada por el periodista musical de EL PAÍS Fernando Neira. En ella define al artista como “hombre de verbo torrencial”, que “escucha con interés”. Describe que “le asiste la sabiduría de los muchos kilómetros recorridos, las ansias de continuar explorando, el camino y sus vericuetos, la certeza de que a estas alturas de la historia no precisa recurrir a la media tinta”. Él se confiesa a gusto, aunque matiza: “No sé si en esto consiste la madurez, pero tengo la sensación de haber llegado tarde a mi mejor momento, que es este”.
Suma al repertorio ya conocido Palabras para Julia, una versión del poema de José Agustin Goytisolo, al que Paco Ibáñez puso música, y un tema nuevo, Crucé un océano. En él se atreve a vosear, casi como un homenaje a la tierra a la que está vinculado emocionalmente, Argentina. Aquí es donde ha grabado este disco, en directo y ante un reducido número de personas. No es la primera vez que elige al país para sus producciones, pues ya grabó en directo, en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, Un lugar soñado.
Desde Atrapados en azul, su primer disco, Serrano vuelve sobre sus canciones, autoevalúa desde la cuarentena las ideas forjadas en los veinte y treinta. Ha hecho el examen también ante su público, dos veces este año en el Wizink Center de Madrid. ¿La nota obtenida? Dos llenos.
Disponible desde el domingo 11 en la web de colecciones de EL PAÍS y en los quioscos por 9,95 euros.