Iglesias que se transforman: ahora son hoteles, discos, restaurantes o teatros
La ciudad de Montreal, en la provincia de Quebec, Canadá, llegó a ser conocida como “la villa de los 100 campanarios”. Pero ese tiempo parece haber pasado: hoy muchas de sus iglesias van desapareciendo progresivamente del paisaje urbano, y otras se transforman. Afectadas por la ausencia cada vez mayor de fieles, hasta abril de este año habían cerrado, vendido o transformado 547 iglesias en toda la provincia, según el Consejo del Patrimonio Religioso de Quebec.
Muchas son salas de lectura universitarias, condominios de lujo, emporios de queso, gimnasios de alta categoría, teatros o restaurantes.
Es el caso de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, una imponente iglesia católica de Montreal, en la que, como cuenta el periodista Dan Bilefsky en el New York Times, hace poco dio un show el desfachatado comediante de Quebec Sugar Sammy, grabado dentro de uno de los antiguos confesionarios de madera, mientras una numerosa audiencia reunida en la antigua iglesia reía a carcajadas.
Es que Nuestra Señora del Perpetuo Socorro es ahora el Théâtre Paradoxe (Teatro Paradoja), luego de una transformación que costó casi tres millones de dólares. En su enorme salón donde antes se asistía a misas y bautismos ahora se celebran conciertos tributo a Led Zeppelin, lecciones de zumba, programas de TV y hasta fiestas fetichistas, entre otros eventos.
El gimnasio Saint Jude mantiene las ventanas góticas de la antigua iglesia (Christinne Muschi /The New York Times).
Incluso se organizó una fiesta de "Halloween de crucifijos" en la que bailarines semidesnudos con prendas de cuero danzaban frente a una cruz iluminada. Sin embargo, el director del teatro, Gérald St. Georges, es católico, y aclaró que su función principal aún era sagrada y no profana. Explicó que el objetivo era enseñar habilidades teatrales a personas que fueron adictas a las drogas, delincuentes juveniles y gente que abandonó los estudios secundarios, para que puedan ingresar en el mercado laboral.
Las transformaciones radicales de tantas iglesias de Quebec reflejan el declive drástico del catolicismo en una provincia que, sin embargo, es de mayoría católica: las estadísticas dicen que prácticamente el 95 por ciento de la población iba a misa en la década de los 50, pero hoy solo lo hace el cinco por ciento.
El restaurante Chic Resto Pop sirve brochetas de pollo en la que supo ser la iglesia de San Matías Apóstol (www.chicrestopop.com)
Resto pop, gimnasio y queseríaEn la iglesia de San Matías Apóstol, en un barrio de clase trabajadora de Montreal, donde ahora funciona Le Chic Resto Pop, un restaurante que sirve brochettes de pollo para los residentes y artistas bohemios, que pueden comprar sesenta platos por 20 dólares.
La antigua iglesia de Saint Jude es ahora un gimnasio y spa de lujo, pero más curiosa es la transformación de la iglesia local de Sainte-Élizabeth-de-Warwick, un pueblo de apenas 400 habitantes ubicado en el centro de la provincia de Quebec: es una quesería, Fromagerie du Presbytère, aunque sus propietarios conservaron una pequeña parte de la estructura como capilla para la comunidad.
La iglesia del pequelño pueblo de Sainte-Élizabeth-de-Warwick es ahora una quesería: Fromagerie du Presbytère.
Aunque muchas iglesias fueron derribadas, en las que se transformaron, en general, los arquitectos buscan mantener varios detalles originales, como las cruces o vitrales, para señalar el patrimonio religioso de los edificios. Eso sí, la primera tarea luego de seleccionar una iglesia para su transformación es exhumar los restos humanos que en ella reposan, que son trasladados a un cementerio católico.
También en Holanda e ItaliaEl fenómeno de la pérdida de fieles de las iglesias, y la consiguiente reconversión de los templos, también se da en Holanda. Un caso emblemático es el de una ex iglesia de Maastricht, del siglo XIII, que se transformó en la librería Selexyz Dominicanen, considerada una de las más hermosas del mundo.
La espectacular librería Selexyz Dominicanen, en una antigua iglesia de Maastricht.
Otros ejemplos son el de una iglesia de Utrecht convertida en el café Olivier, y el de una iglesia del siglo XIX de Ámsterdam, hoy sede del sitio de espectáculos Paradiso, donde hay conciertos de rock y pop, con la presentación de artistas internacionales.
La transformación responde a que las instituciones religiosas no cuentan con fondos suficientes para mantener los edificios. Según una encuesta, casi el 45 % de la población holandesa es atea, y se estima que para 2050 lo será el 70%. Además, la mayoría de los creyentes no practican sus cultos.
Cafe Olivier, en Utrecht, Holanda.
En Italia, se calcula que la cantidad de iglesias cerradas o reconvertidas se cuenta por miles. Un caso famoso es el del café Il Gattopardo, en Milán, ubicado en la que fue una iglesia dedicada a San José, desconsagrada en los 70. Hoy es una disco bar muy frecuentada, en la que se baila hasta la madrugada.
Aunque se dice que Nápoles, donde se construyeron cientos de iglesias durante el dominio de los españoles, tiene el récord de templos desconsagrados o cerrados, hay por todo el país. Como el monasterio Eremo delle grotte, en la provincia de Ancona, que fue habitado durante cinco siglos por congregaciones monásticas y hoy es un sitio turístico y en que se realizan cenas sociales y degustaciones de vinos. Santa Sabina, en Génova, es sede de un banco; San Gregorio, en Salerno, es una galería de arte... y la lista sigue.
De iglesia a disco: Il Gattopardo, en Milán.
Huéspedes que "salvan" iglesiasEn Gran Bretaña, se calcula que nada menos que 50.000 iglesias se han convertido en salas para negocios, restaurantes, oficinas o discotecas, y hace no mucho se instaló la moda del ‘champing’, o dormir en antiguas capillas o iglesias -el nombre surge de la unión de las palabras church (iglesia) y camping-.
Una tendencia que ofrece a los viajeros una forma de alojarse muy original que surgió de The Churches Conservation Trust, una organización sin fines de lucro del sudeste de Inglaterra que trabaja para salvar las iglesias históricas del país, que en 2014 vio que el alojamiento de huéspedes era una oportunidad para mantener los templos. Tras probarlo con el templo medieval de Todos los Santos de Aldwincle, en el condado de Northamptonshire, la red no ha parado de crecer.
Una iglesia reconvertida en casa de huéspedes en Aurora, Estados Unidos (Airbnb).
Y se ha extendido a otros países de Europa e incluso a Estados Unidos. Desde un templo transformado en una auténtica mansión a un convento con patio andaluz con carácter, pasando por un loft ex iglesia en pleno Brooklyn, las posibilidades son muy numerosas. Con sólo una vueltita por Airbnb se pueden encontrar algunos champings realmente impresionantes.