"Harlots": una serie sobre prostitución y feminismo en el siglo XVIII
Liv Tyler es la incoporación de la segunda temporada de "Harlots". Interpreta a Lady Fitz, una noble extorsionada por Lydia Quigley.
Harlots es una serie acorde a los tiempos del Ni una menos y el Time’s Up: escrita, dirigida y protagonizada por mujeres, esta producción británico-estadounidense trata sobre los rebusques a los que debía recurrir para sobrevivir el entonces denominado sexo débil en la Londres de fines del siglo XVIII. Las mujeres tenían, a grandes rasgos, dos caminos para progresar económicamente: un buen matrimonio o la prostitución. Por eso, según se nos informaba en el primer capítulo, de cada cinco mujeres que vivían en la capital inglesa durante la era georgiana, una era puta.
La competencia, puede suponerse, era feroz. Incluso existía una suerte de guía Michelin de prostitutas: la Harris's List of Covent Garden Ladies, que se publicó durante casi cuatro décadas, detallaba la apariencia y habilidades de las trabajadoras sexuales de Londres, que por entonces se concentraban en la zona de Covent Garden. Y por eso Harlots -un arcaísmo inglés equivalente a “rameras” en castellano- hace foco en la rivalidad entre dos madamas: la protagonista, Margaret Wells (Samantha Morton), y su contraparte, la villana Lydia Quigley (Lesley Manville).
A lo largo de los ocho capítulos de la primera temporada, las vimos tratar de hundirse mutuamente. Margaret, a quien Lydia “adoptó” de niña e inició en el oficio, se hizo de abajo y es, aun en su posición de jefa, una proletaria del gremio; Lydia regentea un prostíbulo más refinado, atiende a la nobleza y tiene contactos que le dan cierto poder para actuar contra su enemiga. Pero esta segunda temporada -que en Gran Bretaña y Estados Unidos acaba de terminar, y Fox Premium estrena para Latinoamérica este viernes- las encuentra a las dos atravesando un momento crítico.
Luego del asesinato de Cunliffe, cambió el juez y ahora es un joven inflexible y aparentemente incorruptible que encarcela a Lydia a menos que pague una multa de 500 libras. Margaret ve la oportunidad de mandarla a la horca y busca testigos de las fechorías de su rival, pero ella misma está en medio de una tormenta: parece haber perdido ascendencia sobre sus chicas, incluyendo a sus dos hijas, y hasta su pareja la abandona.
En este contexto es que aparece el personaje de Liv Tyler, promocionada como la gran incorporación de la segunda temporada (que también consta de ocho capítulos). La hija del cantante de Aerosmith interpreta a Isabella Fitzwilliam, conocida como Lady Fitz, a quien Lydia extorsiona para pagar su multa.
Si todo esto suena a telenovela, es porque efectivamente Harlots tiene mucho de culebrón. Lejos de la sofisticación de algunas de las mejores series de esta nueva era de la televisión -como Better Call Saul o Mindhunter-, la creación de Alison Newman y Moira Buffini apela a recursos narrativos tradicionales. Que, a pesar de unos cuantos diálogos sentenciosos y grandilocuentes, no dejan de ser eficaces.
Si a esto le sumamos un vestuario vistoso, una reconstrucción de época sin grandes despliegues pero convincente y, sobre todo, sus extraordinarias protagonistas -Morton y Manville pertenecen a la aristocracia de las actrices británicas-, Harlots termina resultando una opción aceptable.
La segunda temporada completa de "Harlots" está disponible desde este viernes en la app de Fox. Y también a partir de este viernes, a las 23, todas las semanas se verá un nuevo capítulo por Fox Premium Series.