El secreto del éxito del hotel más antiguo del mundo
El lobby japonés de Nisiyama Onsen Keiunkan. (Instagram corriesiegel)
11/10/2018 - 10:37
Clarin.comviajes
Japón es un país con una extensa tradición milenaria. Su cultura es una combinación perfecta entre tecnología y costumbres, por lo que no es extraño que allí se sitúe el hotel más antiguo del mundo, según el libro Guinness de los récords, el Nisiyama Onsen Keiunkan.
Está activo desde el año 705, se ubica en la región de Yamanashi y posee aguas termales. Si hacemos los cálculos, durante algo más de 1.300 años, 52 generaciones se encargaron de llevar adelante el negocio, que comenzó como una posada.
La vista del hotel más antiguo del mundo. (Instagram corriesiegel)
En este caso, se prueba aquello que de algo que funciona no hay que cambiarlo. Y es que desde su apertura ofreció siempre el mismo servicio: las aguas termales. El hotel comercializa esos manantiales y las atracciones cercanas, como el monte Fuji, aunque también, y siguiendo la tradición japonesa, tratan de mantener con bajo perfil la larga e histórica saga familiar. De hecho no hay ningún cartel o anuncio sobre la distinción.
Aunque muchos de los turistas opinan que la fórmula del establecimiento para sostenerse durante tanto tiempo es la experiencia familiar y la excelente gestión y organización de sus servicios, para permanecer activo siglos hace falta bastante más.
Además, fue reformado por última vez en 1997, cuenta con 37 habitaciones, un bar con karaoke y un restaurante que sirve carne koshu de origen local.
Otro dato curioso: el segundo hotel más antiguo del mundo, el Hoshi Ryokan, que abrió sus puertas 13 años más tarde, también se encuentra en Japón, aproximadamente a seis horas de viaje desde Keiunkan.
La fachada del hotel más antiguo del mundo. (Instagram hosizuna)
Y no solo hoteles. Japón es el hogar de muchas de las cosas más antiguas del mundo. Sudo Honke, la cervecera de sake más antigua del mundo, existe desde 1141, y lo mismo ocurre con muchos de sus templos y construcciones, así que no es tan sorprendente si recordamos que se trata de uno de los países con la economía más antigua.
Una de las claves la encontramos en lo que se conoce como derecho de primogenitura. Debido a que el hijo mayor hereda toda la riqueza de un patriarca, las compañías en Japón podrían ser transferidas por completo a un solo miembro de la familia.
A pesar de que esta condición fue desapareciendo paulatinamente, los propietarios muy frecuentemente pasan sus empresas a un solo heredero, aunque no sea de “sangre”. De esta forma, el jefe de la empresa adopta legalmente a la persona adecuada para dirigir su negocio y luego la pasa.
Este sistema garantizó en Japón que las antiguas compañías familiares pudieran seguir en funcionamiento hasta hoy.
Otro paisaje desde Nisiyama Onsen Keiunkan (Instagram hosizuna)
