El increíble castillo italiano que está suspendido en el aire
Una fortificación militar medieval hace el funambulista sobre los pliegues rocosos de Roccascalegna, en los montes Abruzzos de Italia. Vigila desde lo alto la hermosa población que se extiende a sus pies.
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Por motivos evidentes de defensa, la mayoría de castillos de aquella época se situaron en la cima de lomas y colinas, a menudo merodeando el filo de una cresta. Pero el sitio elegido para levantar los muros de Roccascalegna es uno de los más singulares del mundo. Sus almenas serpentean por la arista y su torre se asoma al precipicio, colgada la estructura sobre el aire, prácticamente convertida en un mascarón de proa.
La iglesia de San Pedro, al pie del castillo (ROMAOSLO / Getty Images/iStockphoto)
Dos de las torres semicilíndricas que forman parte de la muralla principal se aferran casi orgánicamente a la roca. Pero la atalaya principal, de planta cuadrada, está en el extremo oriental del fuerte y mira hacia el vacío. Justo debajo se halla la iglesia de San Pedro.
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Roccascalegna apenas supera los 1.200 habitantes, y es una localidad de la región de los Abruzzos italianos situada a 75 kilómetros de Pescara, la ciudad más importante de esta zona del Adriático.
De su castillo se tienen referencias históricas a partir del año 1525, un milenio después de que esta zona bañada por el río Sangro fuera poblada inicialmente. En aquella época –todavía hoy, en buena medida– los Abruzzos eran una zona misteriosa de bosques y animales míticos como el oso y el lobo.
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Del castillo de Roccascalegna se tienen referencias históricas a partir del año 1525 (ROMAOSLO / Getty Images)
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La vida de la fortaleza fue históricamente corta, pues a principios del siglo XVIII ya se habla de su abandono como plaza militar, y así permaneció hasta finales de la centuria pasada, en que fue rescatada por un empresario.
Una vez restaurados sus muros y estancias interiores, se abrió al público, pero también a la celebración de eventos privados y festejos familiares, pues una jornada de alquiler se pone a disposición por la módica cantidad de 100 euros a quien desee llevar a cabo en tan espléndidas –y visualmente inestables– piedras una boda o un cumpleaños.
El pueblo de Roccascalegna sobrepasa por poco los 1.200 habitantes (maury3001 / Wikimedia Commons)
Eso si uno no se muestra impresionado por la leyenda que rodea al castillo referente al derecho de pernada que ejercía allí el barón Corvis, que en el año 1646 fue apuñalado por una de las novias –o tal vez su esposo, preso de los celos y convenientemente disfrazado de doncella, la historia no lo aclara del todo–. Al parecer, una de las rocas del castillo muestra los rastros de sangre de ese episodio, que rebrotan por más que se intenten lavar.
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Leyenda aparte que todo buen castillo debe lucir, la fortaleza de Roccascalegna es una de las más originales del mundo por su imposible emplazamiento, colgando en el aire a expensas de que la roca se muestre suficientemente resistente unos siglos más.
Sergi Ramis / La Vanguardia