El Ballet Folklórico Nacional inició la temporada 2019 con un excelente programa
El Ballet Folklórico Nacional fue instituido como tal en 1990, dando una forma oficial y estable a lo que hasta entonces habían sido los sucesivos conjuntos independientes de Santiago Ayala “el Chúcaro” y su colaboradora Norma Viola. Casi treinta años después el BFN, que desde 2017 dirigen Silvia Zerbini y Mariano Luraschi, es una de las grandes compañías del país por la calidad de sus bailarines y la riqueza de su repertorio. La gran pregunta que abre un ballet de estas características es cómo renovarse sin perder la fidelidad a una tradición tan fuerte, tan bella y tan viva como la del folclore argentino. Y al mismo tiempo, cuánto y de qué manera conservar el repertorio heredado del Chúcaro y Norma Viola. El programa que en estos días está presentando en Buenos Aires el BFN es una buena respuesta a estas preguntas.
La función, en ese fantástico espacio que es el Anfiteatro del Parque Centenario, comenzó con El sueño de la pastora, una encantadora pieza del Chúcaro y Viola que con danzas del noroeste presenta un cuento sencillo pero muy bien narrado y muy consistente en términos coreográficos. Se repuso nuevamente Febrero en tu risa, de Leonardo Cuello, muchas veces comentada, y que es una verdadera joya del repertorio del BFN: la atmósfera de un carnaval de antaño, de la influencia de la radio en los años 30 y 40 y de los preparativos para el baile de la noche, fueron concebidos por Cuello con gran inventiva y un humor delicioso.
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De lunes a viernes por la tarde.
De Romance en guaraní, de Luis Marimoni, ya estrenada, se vio sólo un fragmento que, de todos modos, sirve para ilustrar la voluntad de un encuentro entre la danza contemporánea y el folclore que no logra evadir ciertos elementos previsibles de la primera. De un modo parecido, el Homenaje a Norma y Nydia Viola, de Rodolfo Lastra sobre música de Alberto Ginastera, que cierra el programa, se presenta como una fusión entre el ballet neoclásico y el folclore que hasta cierto punto fuerza los dos lenguajes.
Las novedades fueron Paisaje, tropilla y sueño de amor, de los bailarines de la compañía Agustina Vigil y Adrián Vergés, que por un camino similar de fusión logran una obra sensible, imaginativa y muy bien concebida en el uso del espacio; por otra parte, no es fácil “estilizar” (palabra difícil si las hay) una zamba de la manera sutil en que lo hacen Vigil y Vergés. Finalmente Mujeres argentinas, creada también por otros bailarines de la compañía conducidos por Silvia Zerbini y sobre la obra homónima de Ariel Ramírez y Félix Luna, es una serie de cuadros puros, despojados y bellos sobre Mariquita Sánchez, Rosarito Vera, Manuela la Tucumana y Juana Azurduy.
El Ballet Folclórico nacional se presenta hoy viernes 29 a las 19 en el Anfiteatro del Parque Centenario, Leopoldo Marechal y Lillo. El domingo a las 20 en el CCK, Sarmiento y Leandro M. Alem. Entrada libre en ambos casos.
