De España a Portugal, cómo cruzar la frontera en tirolesa
Las aguas del río Guadiana forman una frontera natural que divide a España y Portugal, y en ambas orillas se encuentra los pueblos Sanlúcar de Guadiana (España) y de Alcoutim (Portugal), dos pequeñas localidades de casas blancas e imponentes fortalezas que estuvieron conectadas desde siempre a través de barcas que permiten cruzar el río de un lado a otro.
Pero además existe otro modo de sortear esta frontera natural, una plataforma de salto de la empresa LímiteZero en Sanlúcar de Guadiana que, a través de la primera tirolesa transfronteriza del mundo, invita a recorrer los 720 metros del río cruzando a una altura de 25 metros y una velocidad de entre 70 y 80 km/h.
No es la más larga, pero sí la primera en cruzar fronteras (Límite Zero).
No es la tirolesa más larga, ni la más espectacular del mundo, pero tiene el encanto de tocar dos países. Cuesta 18 euros por persona y para la experiencia se requieren 40 minutos (para llegar a la plataforma y preparación, además del salto en sí, que es rápido).
Es una experiencia muy divertida que pueden realizar todos los mayor de 14 años que pesen menos de 110 kilos.
El regreso
Una vez en Alcoutim hay que tomar un ferry para volver a España, pero no se apuren.
Antes se puede visitar el Castillo Viejo cuyo origen se remonta al siglo IX y del que quedan sólo algunos vestigios.
Además de la tirolesa, se puede conocer la historia de ambas localidades (Límite Zero).
El Castillo Nuevo, construido en el siglo XVI, se alza imponente sobre la ciudad; y en la Ribeira de Cadavais existe una playa de río perfecta para nadar con bandera azul.
Ya en Sanlúcar de Guadiana se puede visitar el castillo de San Marcos, el punto más alto de la villa; el fuerte de San Jerónimo y dos auténticos molinos de viento restaurados.
Fuente: La Vanguardia
