Día Mundial de la Salud Sexual: la importancia de la prevención y el placer
El preservativo es uno de los métodos más eficaces de prevención de las enfermedades de transmisión sexual.
El 4 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, según lo estipula la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS).
En este marco, la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana aprovecha la ocasión para concientizar acerca de los derechos sexuales de las personas y recordar que la sexualidad es fundamental para vivir una salud plena.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud sexual como un estado de completo bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad, no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o malestar.
Día Mundial de la Salud Sexual: se hace hincapié en que la sexualidad es necesaria para un vivir una salud plena.
La salud sexual requiere un enfoque positivo y respetuoso hacia la sexualidad y las relaciones, así como la posibilidad de tener experiencias placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia. Para que se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y cumplidos.
La importancia de promover el goce
"Gozar de la sexualidad es fundamental para obtener una calidad de vida óptima y desarrollarse como individuo feliz y exitoso en nuestra sociedad", asegura Silvina Valente, presidenta de Asociación Argentina de Sexualidad Humana (SASH).
"Los derechos para conservar nuestra salud son fundamentales no sólo para no enfermarnos, sino también para que quienes están enfermos puedan recuperar su sexualidad. Esto se ve mucho en pacientes oncológicos, pacientes con dolor crónico y en aquellas personas abrumadas por la sociedad contemporánea y las presiones que genera el exitismo”, agregó Valente.
La sexualidad es una fuente de placer y bienestar.
"Cuando hablamos de salud sexual seguimos pensando en lo inherente a las enfermedades o disfunciones cuando en realidad es mucho más amplio: abarca el placer, el erotismo, el disfrute y también el respeto por los derechos sexuales y elecciones de los demás, sin juzgar y sin discriminar", explica Francesca Gnecchi, directora de Erotique Pink y disertante del próximo Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual.
"Por un lado hay que ver al bienestar sexual como una parte fundamental del bienestar general de la persona y promover una idea positiva de la salud sexual; por el otro, hay que avanzar con el fortalecimiento de la educación para lograr efectos beneficiosos sobre la forma en que se vive la relación de amor de la pareja y sobre la conciencia del propio cuerpo, la salud y las emociones", agrega Gnecchi.
Prevención e información, las claves para cuidar la salud sexual
Como medidas preventivas primarias, la educación sexual integral es fundamental y comprende educación sexual adaptada a las necesidades de los adolescentes, asesoramiento sobre prácticas sexuales más seguras y reducción de riesgos, promoción del uso de preservativos (ya que son uno de los métodos de protección más eficaces contra las ETS).
Por su parte, las infecciones bacterianas como clamidiasis, gonorrea y sífilis, y una parasitaria (tricomoniasis), tienen tratamiento y son curables.
El preservativo es uno de los métodos más eficaces de prevención de las enfermedades de transmisión sexual
En tanto, los antivíricos para tratar el herpes y el VIH pueden atenuar la evolución de la enfermedad, pero no curarla; mientras que los moduladores del sistema inmunitario pueden frenar los daños al hígado causado por el virus de hepatitis B.
En este último caso, y en el del Virus del Papiloma Humano, existen vacunas seguras y muy eficaces para prevenir su contagio. La vacuna del HPV está destinada a las niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000, y a varones de la misma edad nacidos a partir de 2006, con el propósito de disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer cérvico-uterino (CCU), además prevenir otras lesiones.
Existen vacunas seguras que ayudan a prevenir determinadas ETS
La vacuna de la hepatitis B también forma parte del Calendario Nacional de Vacunación. La primera dosis se aplica a los recién nacidos en las primeras 12 horas de vida, y luego se hace un refuerzo mediante la vacuna quíntuple, con una primera dosis a los 2 meses, la segunda a los 4 meses y la tercera dosis a los 6 meses del niño o niña. En el caso de los adultos que inician tardíamente su esquema de vacunación, se aplica una primera dosis, la segunda al mes y la tercera a los seis meses de la primera aplicación.
Para celebrar esta fecha, la SASH invita a participar de un encuentro bajo el lema "Salud Sexual y Derechos sexuales para el bienestar", abierto y gratuito para la comunidad el 28 de septiembre a las 15 en el marco del XIX Congreso Latinoamericano de Sexología y Educación Sexual en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
