"Corazón, aquí estoy", el video que emociona en la redes
Dona órganos es donar vida y la concientización es un factor fundamental para que la sociedad se informe sobre el tema donación de órganos.
20/09/2018 - 19:59
Clarin.comBuena Vida
La situación es emocionante: un bebé recién nacido, que perdió a su mamá el día del parto, llora desconsoladamente mientras pasa por los brazos de distintas personas que tratan de calmarlo. No obstante, ninguna lo logra. Finalmente, aparece un hombre que, como por arte de magia, consigue serenar al bebé cuando lo alza, y hasta lo hace sonreír. El hombre no es su padre, ni siguiera su pariente. Pero en su pecho late el corazón que la madre del bebé le donó.
El video, que conmociona en las redes, es parte de una campaña china llamada "Corazón, aquí estoy" para incentivar la donación de órganos en su población. Y sirve como un perfecto ejemplo de que donar es dar vida.
Esta movida del gigante asiático tiene dos objetivos, por un lado elevar la cantidad de personas que donan órganos ya que la cifra actual (unas 10 mil, según cifras oficiales) es muy baja. El segundo objetivo es acallar las fuertes críticas que recibió hace unos años el país luego de que la prensa revelara que en ese país existe una suerte de conspiración entre el gobierno chino, el Partido Comunista y el sistema de salud, médicos y hospitales para extraer órganos de presos muertos.
Efectivamente, en 2015, los medios New York Post y la CNN presentaron un informe que sostiene que la brecha entre los 10 mil casos oficiales y los más de 60 mil “reales” se completa con los órganos que se sacan de prisioneros ejecutados, muchos de ellos presos de consciencia.
El corazón de una madre: el latido más fuerte del mundo
Hace algunos años, otra campaña publicitaria también apeló al poderoso latido del corazón de una madre. En aquella oportunidad, para promocionar una marca de leche para bebés, realizaron un experimento que consistía en grabar el latido del corazón de una madre y luego usar el audio para calmar a sus hijos que los dejan solos en una habitación.
Se podrá creer o no, pero no se puede dudar que el corazón de una madre late más fuerte que el de ningún otro.
