Cáncer infantil: hay casi 1400 casos nuevos al año y dos de cada tres se curan
Cada día, en Argentina, entre tres y cuatro niños y niñas menores de 15 años son diagnosticados con algún tipo de cáncer, cifra que se mantiene estable desde que se inició, en 2000, el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA), que en su último informe reportó mejoras en los pronósticos: transcurrido el tratamiento, dos de cada tres se curan.
“Se suele escuchar que hay más casos de cáncer que hace unos años y no, se mantienen estables”, subraya a Clarín la onco-hematóloga Florencia Moreno, directora del ROHA, quien apunta que se producen unos 1.370 nuevos casos al año.
Además de la estabilidad en las tendencias de incidencia, las estadísticas muestran una “diferencia significativa” en la sobrevida de los pacientes pediátricos, que aumentó casi 15% en 15 años.
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Según Moreno, las mejoras responden a una multiplicidad de variables, entre las que destaca la aceleración en los tiempos de diagnóstico: “Venimos trabajando hace muchos años en el diagnóstico oportuno porque teníamos retrasos en algunos pacientes”. Suma el acceso al tratamiento en tiempo y forma (con algunas diferencias según las provincias), el trabajo interdisciplinario, y avances en el sostén clínico (“hay mucho más conocimiento sobre cómo cuidar a los pacientes”). Entre los desafíos, coloca el fortalecimiento del trabajo en red y que todas las unidades de oncología del país tengan capacidades de resolución en el mejor estándar posible.
“Si bien recibir la noticia de un diagnóstico de esta condición en un familiar puede tener un impacto emocional fuerte, es importante recordar que, con el diagnóstico a tiempo y el tratamiento correcto, en muchos casos el cáncer infantil se cura, como reflejan los datos relevados por el Registro”, apunta por su parte Viviana Bacciedoni, secretaria del Comité Nacional de Hematología-Oncología y Medicina Transfusional de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). Según el ROHA, que funciona bajo la órbita del Instituto Nacional del Cáncer (INC), la tasa de sobrevida a cinco años, que se considera de curación, es del 66,5%.
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Los tumores más frecuentes en menores de 15 años son las leucemias, los tumores cerebrales y los linfomas. “Por lo general, en comparación con los adultos, presentan mayor tolerancia a tratamientos agresivos y mejor capacidad de recuperación”, señalan desde la SAP.
Casi la mitad de los niños que reciben atención en hospitales públicos del país lo hacen en tres centros de referencia: el Garrahan y el Ricardo Gutiérrez (ambos porteños) y el Hospital de Niños de la Santísima Trinidad de Córdoba. Las estadísticas de la última publicación del ROHA -que este año se enfocará en generar mejores datos sobre la población de 15 a 19 años- muestran que el 44% de los niños con patologías oncológicas (salvo los que viven en Buenos Aires) se trasladan en algún momento hacia centros de mayor complejidad ubicados en otras provincias.
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A diferencia de los adultos, en quienes el 40% de los casos de cáncer podrían evitarse con medidas vinculadas al estilo de vida, la prevención no suele ser determinante en la edad pediátrica, porque es limitado el tiempo de exposición a factores de riesgo que presentan los niños, dice Moreno, quien es también coordinadora del Programa Nacional de Cáncer Pediátrico del INC, pero advierte que hay dos factores que deben ser tenidos en cuenta: “La carga hereditaria de una enfermedad, que debe hablarse con el especialista y corresponde a situaciones poco frecuentes y muy específicas, y en relación a la radiación solar deben tomarse los recaudos necesarios, ya que está comprobada la asociación con el melanoma en la adultez”.
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Las especialistas llaman a estar atentos a los síntomas y, ante cualquier señal fuera de lo común consultar al pediatra, para poder acceder a la detección temprana, que eleva las chances de curación.