Carlos Vives, el rey del descomplique
Carlos Vives no para de lanzar sencillos con otros artistas. Algo nuevo para él. "En mis primeros años de profesión nunca me invitaron", apostilla el cantante en conversación telefónica. Se encuentra de gira por Europa presentando las canciones de Vives, su último álbum de estudio, en el que se encuentran unas de esas colaboraciones con Sebastián Yatra, Thalía y Shakira y que le llevará el 24 a participar en las Noches del Botánico junto a Monsieur Periné. Ahora, el veterano artista acaba de grabar con el argentino Diego Torres, pero ha sido con su compatriota Shakira con quien se ha marcado uno de sus mayores éxitos desde Fruta Fresca (1999). "La bicicleta nos ha llevado a mercados y gente que no nos miraba", comenta Vives.
La canción, lanzada en 2016, no falta en los conciertos de ambos, donde suele hacer las veces de explosivo fin de fiesta. "Estoy feliz con el triunfo del tema, yo soy un cantante folclórico, Shakira no y eso ha dado más oportunidades a la canción. Se trata de un vallenato pero hecho con máquinas [en referencia a los elementos electrónicos]. Si lo hubiera hecho con un tamborcito, un acordeón y una güira, el alcance podría haber sido otro", reflexiona.
Shakira, Maluma, Juanes o J. Balvin son, junto a Vives, los artistas colombianos que triunfan comercialmente en el mundo. Vives, el más veterano, lo ha hecho sin desviarse mucho de lo que él llama "sonidos de raíz". Asegura que por eso no lo ha tenido nada fácil. "Tenemos muchos artistas reconocidos, pero que hacen música urbana, alejada de los ritmos tradicionales, tan ricos y variados, que no han tenido oportunidad de darse a conocer en el mundo", agrega. Vives, no obstante, disfruta colaborando con exponentes del sonido latino de moda, el reggaeton, como Wisin y Daddy Yankee. "Esos ritmos conectan muy bien con la cumbia y el vallenato. Al final todo proviene de lo mismo, es puro mestizaje", admite.
Las nuevas generaciones también se engancha a las canciones de este músico con más de 30 años de carrera. "Hay toda una juventud en la primera fila en mis conciertos, muchos papas vienen con sus niños, algunos de la edad de mis hijos menores". Uno de sus vástagos, Elena Vives, participa en Monsieur Bigoté, otra de las canciones de su último álbum."Mi hija se ha criado con la música y demuestra aptitudes para el espectáculo.Acaba de doblar unos dibujos animados para niños", cuenta el músico que comenzó un proyecto teatral justo cuando Elena nació, hace nueve años. En Bogotá cuenta con una sala en la que, los domingos por la mañana, ofrece dos obras de teatro musical infantil creadas por él. Él mismo actúa en algunas funciones. "Me pongo un bigote y un disfraz y salgo al escenario", cuenta entre risas.
En la filosofía de vida de Vives y en su música reinan la simplificación. De hecho, en La Bicicleta habla de "vallenato descomplicado" y en Hoy no tengo tiempo menciona "el descomplique", que él mismo define: "Tenemos tendencia a complicarlo todo, como si hacerlo nos convirtiera en personas importantes. Me gustan las cosas más relajadas, compartir la vida sin tanto problema, sin tanta vaina. Eso es el descomplique", concluye el músico, que trae el próximo martes a Madrid su sonido desacomplejado. Al día siguiente lo llevará al Poble Espanyol de Barcelona y el jueves al festival Música en Grande de Torrelavega, Cantabria.