¿Buscás un cambio? Cuatro pautas para no fracasar en el intento
Escribir ayuda. El dejar por escrito qué es lo que deseamos, nuestro cerebro lo fija y lo captura con más fuerza.
23/10/2018 - 9:29
Clarin.comBuena Vida
Me resulta habitual encontrarme con personas ocupadas, con sus agendas colmadas que buscan cambiar para sentirse mejor pero no saben cómo lograrlo. Muchos expresan el haber perdido la motivación, o en caso que busquen un estilo de vida saludable, declaman sobre la cantidad de veces que han intentando hacer dietas.
Existen innumerables ocasiones en que comenzamos procesos de cambio pretendiendo que ellos se vean reflejados en la realidad de la noche a la mañana. Como si esto fuera poco, pretendemos un ritmo constante, sin advertir la "no linealidad en nuestra evolución” ni la capacidad de paciencia que se requiere para transitar cada tramo del camino.
Entonces, ¿qué tal si indagamos sobre la intención?
En un tiro al blanco, nuestra intención es el blanco. Así es que cada movimiento, cada postura y cada acción estará orientada en esa dirección. Con la intención afectamos las cosas, las llenamos de propósito, porque todo objetivo posee un propósito intrínseco.
Dentro del Mindfulness, uno de los pilares que sostiene la práctica, es el acto vital de “poner la intención en” por ejemplo: sentirnos mejor, o comprometernos con nosotros mismos, o sostener la práctica, o aquietar la mente, o comer saludablemente.
Qué es la intención
La intención es la fuerza motora, es energía que indica un trayecto. La intención marca una dirección. Es a su vez la pasión que nos impulsa a conducirnos hacia donde queremos ir. Es anhelo, es meta y objetivo. Es ese punto de llegada en donde lo que más importa es cada paso que damos para llegar, porque cada paso es la única forma de arribar.
Si no hay intención consciente, no hay proceso consciente. No es lo mismo “querer” o “tener ganas” de algo, a tener la intención de lograrlo. La intención se mueve en capas más profundas. El hecho de ”querer hacer algo” puede darse un día sí y al día siguiente no. Pero al intencionar asumiré un compromiso, involucrándome con un camino.
Por ejemplo, si mi intención es llegar a Salta, toda mi atención va a estar puesta en las rutas que elijo, si tengo combustible, si transito por el camino adecuado. Lo más probable, es que en el viaje mi atención se desvíe, porque así es la naturaleza de la mente, y en ese caso, el compromiso que asumí conmigo mismo, me llevará a renovar la intención. Desde ese estado de consciencia podré retomar mi camino en dirección a la meta.
¿Cómo desarrollar la Intención?