Alertan sobre los chicos "dispersores de piojos" en las escuelas

Los chicos "dispersores de piojos" juegan un rol clave en las infestaciones severas que se producen en las aulas.

Pediculicida en cualquiera de sus presentaciones (champú, loción, spray), peine fino, y hasta vinagre; contra los piojos las artillería es necesaria, pero no suficiente. También se requiere que los padres libren batallas en forma coordinada, porque tan solo un chico con su cabeza afectada en un breve período de tiempo puede originar una infestación severa en un aula.

Ese es el rol clave que pueden jugar los llamados chicos “dispersores” o “superspreaders” (“superdiseminadores”) de piojos en su diseminación, alertó un equipo multidisciplinario de científicos argentinos, quienes analizaron las cabezas de unos 250 estudiantes y usaron un modelo matemático de poblaciones de piojos y argumentos probabilísticos simples para inferir la evolución de las infestaciones observadas en cada chico.

La transferencia de tres piojos hembras en menos de cinco días es suficiente para diseminar casos severos de pediculosis en un aula. (Agencia CyTA-Instituto Leloir)

“Los chicos ‘dispersores de piojos’ cumplen un rol vital en la permanencia y dispersión de piojos dentro del grado del colegio, por lo que resulta fundamental detectar estos casos a fin de evitar una infestación en los compañeros”, destacó el director del estudio, el doctor Ariel Toloza, investigador del Centro de Investigaciones en Plagas e Insecticidas (CIPEIN), situado en Buenos Aires y dependiente del CONICET y de la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégico para la Defensa.

Cada año, los piojos infestan millones de niños en edad escolar, tanto en países desarrollados como en desarrollo. Sin embargo, se sabe poco sobre la cantidad de piojos transferidos entre los niños durante las actividades escolares, porque los métodos directos para estudiar esto son casi imposibles de implementar. Para superar ese obstáculo, los científicos argentinos siguieron un método indirecto, que consistió en recopilar datos de infestación real de varios grupos de niños y utilizar un modelo matemático de colonias de piojos para inferir cómo pudo haber evolucionado la infestación observada.

Tal como se describe en la revista “Journal of Medical Entomology”, las evidencias experimentales y los análisis matemáticos realizados por los científicos argentinos revelaron que las infestaciones severas no necesariamente tienen que ser muy “antiguas”, y que es muy probable que se hayan producido por la transferencia de al menos tres piojos hembras en un período corto de tiempo menor a cinco días.

“Esto hace pensar que el origen probable de estas hembras es una sola cabeza, que a su vez también tiene que haber tenido una infestación severa”, indicaron otros dos autores del estudio: los doctores Sebastián Risau-Gusman y María Fabiana Laguna, investigadores del Grupo de Física Estadística e interdisciplinaria del Centro Atómico Bariloche (CAB) y del CONICET.

Los resultados del trabajo permiten asegurar que sería efectivo implementar programas de control de pediculosis en los colegios, sistemáticos o programados. “Esto implica que los padres puedan implementar un tratamiento coordinado en un mismo fin de semana por mes y hacer la revisación y control de la pediculosis con el peine fino y/o pediculicidas recomendados”, afirmó Toloza, quien también es investigador del CONICET. Con estas medidas, dijo, los niveles de infestación se reducirían bastante y se mantendría un bajo número de piojos dentro de un grado.

El tratamiento con peine fino es eficaz para eliminar los piojos.

Asimismo en un trabajo previo, realizado por Risau-Gusman y Laguna y en el que también se aplicaron modelos matemáticos, se demostró que la prevalencia de piojos puede disminuir de manera notable si el mismo tratamiento coordinado se efectúa durante tres fines de semana seguidos.

El estudio reciente también mostró que un simple procedimiento de peinado puede ser muy eficaz para eliminar todos los piojos móviles, y por lo tanto podría utilizarse como una medida preventiva eficaz contra las infestaciones graves que son responsables de la propagación de la pediculosis.

(Fuente: Agencia CyTA-Instituto Leloir)

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