No es jazz, es Mary Halvorson
A veces es difícil saber en qué momento un músico traspasa la barrera invisible entre ser un nombre perteneciente a una escena o que se adscribe a una o varias corrientes estilísticas, y convertirse en una entidad en sí misma, inclasificable y avanzada. A Mary Halvorson ya le ha ocurrido esto: mucho más que ser una de las guitarristas de jazz más inspiradas y originales de su generación, más que ser una improvisadora de élite, creativa y personal, Halvorson es ya, ante todo, Halvorson. Su música se define por sí misma y apunta a constituir casi un subgénero dentro de la música improvisada; paralelo al jazz, sí, pero clasificable solo con relación al impresionante corpus de la obra de la guitarrista, de la misma forma en que le ocurre a su mentor, Anthony Braxton.
Portada de 'Theirs', de Halvorson.
Tres discos aparecidos en los últimos meses apuntalan esta perspectiva. Por un lado, la edición simultánea de dos referencias mellizas firmadas por Thumbscrew, un trío que Halvorson comparte de forma democrática con el baterista Tomas Fujiwara y el contrabajista Michael Formanek. Ours / Theirs ofrecen, como su propio nombre indica, dos repertorios diferentes compuestos por piezas originales en el primer disco y por relecturas de algunos standards del jazz en el segundo. La interacción grupal es la clave de Thumbscrew, hasta el punto de evitar pasajes solistas en gran parte de sus composiciones. El trío arriesga mucho, y no siempre cae de pie, pero juntos generan una música muy intuitiva y sugerente.
Portada de 'Code girl', de Halvorson.
Pero la verdadera joya de la producción reciente de la guitarrista es Code Girl, un álbum magistral en el que emerge una nueva faceta, majestuosa y brillante. Ampliando la sección rítmica de Formanek y Fujiwara hasta completar un quinteto inédito junto al trompetista Ambrose Akinmusire y a la portentosa vocalista Amirtha Kidambi, Halvorson escribe letra y música en un disco doble que representa un paso de gigante en su carrera. Cada pieza es un viaje a la visión de la guitarrista, al epicentro de su espectro creativo: música narrativa, de belleza incontenible, que va más allá del jazz, el rock o la vanguardia.
Mary Halvorson. Ours / Theirs. Cuneiform-Distrijazz.
Mary Halvorson. Code Girl. Firehouse 12-Distrijazz.